La OMS apoya un plan basado en el derecho al acceso universal de la atención sanitaria

Los ministros de salud y líderes de salud pública de los 53 Estados Miembros de la Región de Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) respaldaron este lunes una nueva visión para encaminar la salud en los próximos 5 años, dentro del Programa Europeo de Trabajo (EPW) 2020-2025, que establece cómo, para satisfacer las expectativas de salud de los ciudadanos, debe garantizarse el derecho al acceso universal a una atención de calidad sin temor a sufrir dificultades económicas.

En el encuentro, además se establecieron otros dos objetivos: la protección contra emergencias sanitarias; y construir comunidades saludables, donde las acciones de salud pública y las políticas públicas adecuadas aseguren una vida mejor en una economía de bienestar. «La gente demanda, con razón, una atención sanitaria accesible y de calidad; esperan que las autoridades sanitarias protejan su salud durante las emergencias; y quieren poder prosperar en comunidades saludables. El EPW, aprobado hoy, ofrece el modelo para lograrlo», ha señalado Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa.

«Es muy alentador ver a los Estados Miembros adoptar esta visión de la salud en nuestra Región con tanto entusiasmo. Me complace su compromiso con la solidaridad regional frente a los crecientes desafíos de salud pública y su fuerte voluntad de abordar las desigualdades generalizadas», ha añadido.

LECCIONES APRENDIDAS DEL COVID-19

«COVID-19 ha sacado a la luz las debilidades y fortalezas de la sociedad europea. Ha revelado sin rodeos la realidad de nuestros sistemas de salud. Los más vulnerables, como las personas mayores y las personas con necesidades de salud mental, a menudo soportan la carga más pesada en las emergencias sanitarias; la solidaridad y la confianza entre las personas y las autoridades sanitarias están bajo presión; y los políticos deben escuchar las voces de los líderes de la salud y los científicos porque la salud y la economía están indisolublemente unidas», ha explicado Kluge en el encuentro.

En la sesión del Comité Regional, se describieron las preocupantes interrupciones de los servicios de salud en la Región durante la pandemia de COVID-19. Así, el 68% de los Estados miembros ha informado de una interrupción de los servicios para enfermedades no transmisibles, incluida la vigilancia de la diabetes, la hipertensión y la detección del cáncer.

Por otro lado, los países están informando y proyectando un aumento del 10% en la mortalidad por cáncer de mama y un aumento del 15% en la mortalidad por cáncer de colon; 6 países de la Región, que representan el 22% de la población infantil, han interrumpido los esquemas de vacunación de rutina; y en mayo, 28 países notificaron una disminución del 50% en las notificaciones de casos de tuberculosis.

Ante esta situación, el director de la OMS en Europa ha pedido una mayor «solidaridad» para tener éxito en las emergencias sanitarias. «La solidaridad entre individuos y comunidades y entre países implica compartir suministros, alojar pacientes en hospitales, enviar profesionales de la salud, brindar apoyo logístico y contribuir a iniciativas globales como el Acelerador de acceso a herramientas COVID-19 (ACT) para acelerar la investigación, el desarrollo y la producción, y asignación justa de diagnósticos, terapias y vacunas», señala.

Por otro lado, se necesitan sistemas de salud más sólidos para una mayor seguridad sanitaria. Los sistemas de salud más sólidos pueden responder eficazmente a la pandemia al garantizar un suministro suficiente de equipo de protección personal, kits de prueba, camas de cuidados intensivos y herramientas para rastrear y rastrear los casos de COVID-19.

Y, finalmente, es necesario «reconocer la salud y la prosperidad económica como dos caras de la misma moneda». «El control de la transmisión del virus es un requisito previo para reabrir las empresas y el comercio, y el paso de la respuesta a la recuperación ofrece una oportunidad para poner a las personas y su salud en el centro de la política, reconociendo que la salud pública es un motor del desarrollo económico, la seguridad y la paz», concluye en un comunicado.