Los niños alérgicos o asmáticos no tienen un mayor riesgo de padecer Covid-19

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha asegurado que no existe evidencia de que los niños que padecen patologías alérgicas y asma tengan mayor riesgo de contagiarse por el nuevo coronavirus, responsable de la aparición de la enfermedad conocida como Covid-19.

«Los niños que sufren estas enfermedades deben seguir las mismas precauciones que el resto para evitar contagiarse de coronavirus. De hecho, llevar a cabo la regla de las 3M reduce significativamente el riesgo de infección: mascarilla, manos limpias con solución hidroalcohólica/jabón y mantener la distancia social», ha explicado el presidente del Comité de Alergia Infantil de la SEAIC, Carmelo Escudero Díez.

Ahora bien, a pesar de que los menores con asma no deben llevar a cabo unas pautas especiales para evitar el contagio por coronavirus, los expertos han destacado la necesidad de que tanto los pacientes como su familia sigan «rigurosamente» las indicaciones habituales del tratamiento pautado por el alergólogo para prevenir la pérdida de control del asma y las exacerbaciones.

«En el caso de los niños con asma, se recomienda suministrar la vacuna de la gripe cuando se inicie la campaña de vacunación y la administración rigurosa del tratamiento de control o de base -por ejemplo, corticoides inhalados, inmunoterapia, tratamientos biológicos, si así ha sido indicado por su médico», ha dicho el experto.

MISMO TRATAMIENTO QUE EL RESTO

Asimismo, los alergólogos han insistido en que no existe evidencia científica de que los tratamientos para la alergia aumenten la susceptibilidad al virus SARS-CoV-2 o la gravedad de la enfermedad del Covid-19. «Los pacientes con asma alérgica, rinitis u otras afecciones alérgicas deben seguir las pautas habituales de tratamiento, sin restringir el uso de ningún medicamento específico. El adecuado tratamiento de estas enfermedades podría evitar visitas innecesarias al médico y, por lo tanto, reducir el riesgo de exposición al virus», ha apostillado el doctor Escudero Díez.

En cuanto a los menores que padecen alergia a alimentos, los especialistas han informado de que se deben extremar las precauciones especialmente ahora porque en algunos colegios, debido al Covid-19, los más pequeños comerán en el interior del aula. Para evitar riesgos, se recomienda asignar al niño alérgico a alimentos un sitio determinado e identificar siempre su comida y su menaje para evitar errores.

Además, deberá intentarse, en la medida de lo posible, que se ventile el espacio correctamente durante el momento de la ingesta, que es cuando los pequeños no llevarán mascarilla. Cuando termine el turno de la comida, los responsables deberán limpiar todas las mesas para evitar riesgos de contaminación y de contaminación cruzada en el material y en el mobiliario del aula debido a los restos de comida.

«El niño debe estar debidamente identificado y los responsables deben conocer cómo cuidar su alimentación, así como el resto de sus compañeros y comunidad educativa que participe en su alimentación en el colegio», ha añadido la presidenta del Comité de Alergia a Alimentos de la SEAIC, Mónica Antón Gironés, .

La hora de la comida no es la única en la que se deben extremar las precauciones con los niños alérgicos. Cuando el profesor está impartiendo la clase se deben respetar unas normas básicas para evitar cualquier reacción alérgica.

«Es importante que tanto alumnos como responsables del centro sepan que no se debe compartir el material escolar con otros compañeros. El objetivo es evitar la contaminación cruzada. Se debe tener en cuenta que hay materiales que no son alimentos pero que también pueden ocasionar alergia, como por ejemplo el látex o algunas tizas, en el caso de los niños alérgicos a la leche», ha puntualizado la miembro del Comité de Alergia a Alimentos de la SEAIC, Carmen Andreu.

Asimismo, hay una cuestión que va mucho más allá de la salud del niño y es que se sienta incluido en todas las actividades que se realizan en el colegio, y que no piense que su enfermedad le limita a la hora de formar parte de la clase. «Tanto la comunidad educativa como el resto de los compañeros deben conocer bien la enfermedad del alumno alérgico a alimentos para ayudarle en todo momento y crear una empatía beneficiosa para todos», ha recalcado la doctora Antón.

Por ese motivo, la doctora ha destacado la importancia de que los responsables, profesores y cuidadores sepan identificar una reacción alérgica y cómo actuar de forma precoz y adecuada en esos casos, ya sea en un niño diagnosticado previamente o de nueva aparición en esos momentos.

Finalmente, y para conseguir estos conocimientos, la SEAIC ha aconsejado utilizar diferentes materiales de formación de calidad científica aportados por la Sociedad, como el curso ‘soyexpertoenalergia.es’ o los vídeos del canal de Youtube de SEAIC sobre el uso de la adrenalina.