sábado, 14 diciembre 2024

La Audiencia de Asturias confirma el archivo del caso del crimen de Sheila Barrero

La Audiencia Provincial de Asturias ha confirmado el archivo provisional de la causa contra el único investigado por el crimen de Sheila Barrero, la joven que murió en 2004 asesinada de un disparo en la cabeza. El tribunal considera que no existen pruebas suficientes en un auto contra el que no cabe recurso alguno.

A Sheila Barrero la encontraron muerta en el alto de La Collada (Degaña) el 25 de enero de 2004 en el interior de su coche con un balazo en la cabeza. La mataron de madrugada, cuando volvía a su casa de Degaña desde la localidad de Villablino, en León, donde trabajaba como camarera en un bar de copas todos los fines de semana.

Fue su propio hermano el que descubrió el cadáver de Sheila, al ir a buscarla tras la tardanza y divisar su coche en el aparcamiento junto a la carretera. El coche estaba en un área recreativa.

Los investigadores decidieron imputar en su día a su exnovio, un joven leonés que respondía a las iniciales B.V. Sin embargo, el Juzgado de Instrucción de Cangas del Narcea y posteriormente la Audiencia Provincial decidieron archivar el asunto por falta de pruebas en 2008.

Sin embargo, la causa fue abierta en el año 2015 con la intención de aplicar nuevas tecnologías. Sin embargo, no se registraron avances y la propia Fiscalía solicitó el sobreseimiento provisional de la causa en diciembre de 2019. Consideraba que no había pruebas. Ese fue el principal argumento para que el juzgado de Instrucción número 1 de Cangas del Narcea decretase el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones.

LA «CONFUSIÓN» DEL CASQUILLO

La familia de Sheila Barrero recurrió esa decisión. Entre sus argumentos, se encontraban los informes que determinaban que los residuos presentes en la mano derecha del investigado y en la chaqueta entregada por él a la Guardia Civil tenían la misma composición con los residuos del casquillo analizado.

La Audiencia Nacional, en el auto, habla de «confusión» en lo referente al casquillo que «parece ser» el recogido en la segunda inspección ocular efectuada en el vehículo de la víctima. «Decimos parece porque la confusión de cual lo fuera continúa al día de hoy, aunque todo apunta a que se debe a un simple error inicial en su reseña en las actuaciones policiales», sostienen desde la Audiencia, que considera que «lo más probable» es que el hallazgo se deba a una «transferencia» y no a haber disparado el arma.

En cuanto a las partículas de la chaqueta, la Audiencia determina que no puede descartarse que la prenda se encontrase «contaminada» y que si fuese la que vestía cuando se disparó el número de residuos encontrados habría sido mayor.

Por ello, considera que uno y otro asunto no tienen consistencia. Añaden que no se ha desmontado la coartada del investigado, ni se ha establecido un motivo para la realización de los hechos, sin que tampoco se le haya relacionado con la posesión de un arma corta. Por último, añaden que en el coche no se hallaron restos biológicos en el coche que pudieran constituir una prueba.