Los efectos secundarios de la vacuna rusa contra el covid-19

La carrera por encontrar una vacuna contra el covid-19 sigue en marcha después de casi un año trabajando en ello. El plazo para desarrollar este tipo de sustancias desarrolladas para generar inmunidad, es de varios años, pero las muertes provocadas por la pandemia de coronavirus ha hecho que el trabajo de los científicos se convierta en especie de cuenta atrás. Docenas de farmacéuticas están compitiendo actualmente en diferentes partes del mundo por lograr la vacuna definitiva que consiga erradicar esta enfermedad vírica tan contagiosa.

La Sputnik V fue la primera que se registró de forma oficial, el 11 de agosto, desarrollada en Rusia por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaley. Se prevé una producción masiva en cooperación con el Fondo de Inversión Directa de Rusia. Esta vacuna rusa proporcionaría una inmunogenicidad a largo plazo y protegería a las personas hasta dos años. Los ensayos en humanos después de su registro son parte del protocolo, y en septiembre comenzaron las pruebas en personas voluntarias. Para asegurar su efectividad, se pretende vacunar a unos 40.000 voluntarios, sin embargo el ministro de Sanidad ruso, Mijail Murashko ha informado de que algunos de estos voluntarios participantes en los ensayos clínicos están sufriendo efectos secundarios. Por el momento han sido vacunadas 300 personas y el 14% ha informado de síntomas como fiebre, debilidad y dolor muscular. Murashko, en una rueda de prensa, afirmaba que estos efectos son previsibles, están descritos en las instrucciones y son totalmente normales.  Por lo tanto Rusia prosigue con la producción industrial de la Sputnik V, con la colaboración de tres grandes fabricantes. 

OXFORD Y ASTRAZENECA PARALIZAN SUS TRABAJOS

Por su parte la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca se encuentra también en fase de ensayos clínicos con su propia vacuna contra el covid-19. Sin embargo, sí decidieron interrumpir las pruebas al detectarse un efecto adverso grave en uno de los voluntarios participantes. Según un portavoz de la Universidad, la interrupción se llevó a cabo de manera rutinaria por precaución. Oxford aseguró que no daría datos sobre el paciente afectado pero el New York Times reveló que había sido diagnosticado de mielitis transversa, una inflamación en la médula espinal relacionada con infecciones líricas. 

A pesar de esto, la vacuna ha superado las fases 1 y 2 de los ensayos y ahora se encuentra en fase 3, probándose en unos 30.000 participantes de distintos países del mundo. Según la OMS, se están probando casi 180 diferentes vacunas pero por el momento, excepto la vacuna rusa, ninguna más ha completado las 3 fases de ensayos clínicos.