El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha asegurado que se prevé conflictividad social en la calle por los efectos de la pandemia del coronavirus y ha explicado que los Mossos d’Esquadra trabajan todos los escenarios «con una prevención increíble y con mucha discreción».
En una entrevista este viernes en TV3, el conseller ha señalado que también contemplan posibles incidentes en la calle tras la posible inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y en el aniversario del 1-O: «La discreción para que las cosas salgan con más profesionalidad me obliga a no decir nada más».
Sàmper no ha descartado tener que recurrir a la ayuda del Ejército en función de la evolución de la pandemia: «Preferiría que nosotros lo gestionáramos desde aquí, pero no podemos decir que no a nada porque no tenemos información suficiente para decir dónde llegaremos».
Ha subrayado que Cataluña necesita contar con 3.000 nuevos agentes de los Mossos, pero que esto depende del Ministerio de Interior que «es quien hace el pago de este coste», y ha anunciado que la semana que viene se reunirá por videoconferencia con el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y tratarán este tema.
Ha concretado que desde el inicio de la pandemia se han impuesto 140.000 multas, de las que ya se han tramitado y cobrado 50.000, y de estas un 60% las han puesto los Mossos y un 40% las policías locales, y también ha explicado que el 95% son por incumplimiento de la normativa sanitaria y un 5% por desobediencia.
Sobre la movilidad durante el puente de la Mercè en Barcelona, Sàmper ha afirmado que ha habido un incremento del 3,5% respecto al año pasado y que esto no es prudente, y ha añadido que la Generalitat ha aconsejado que no se hiciese pero no ha podido restringir la movilidad porque para ello es necesario una orden judicial.
Sàmper ha apuntado que están esperando a que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) autorice que las reuniones sean de un máximo de seis personas, ha advertido que donde hay riesgos de contagios es en reuniones fuera del grupo de convivencia y ha pedido que se eviten.
Sobre el posible indulto de los presos independentistas, el conseller de Interior ha sostenido: «Como amigo de ellos, cualquier salida que haga que puedan estar en sus casa yo la firmo ahora mismo», pero ha apuntado que no es la mejor opción, y que preferiría la amnistía.
Ha recordado que el indulto es una gracia que tiene el Gobierno desde 1870, y ha insistido en que «puede estar bien, como amigo, porque resuelve problemas internos familiares, pero no resuelve el tema político», tras lo que ha apostado por que sea la política quien lo resuelva.
Ha lamentado que con las restricciones por el Covid-19 hay presos que «hace 50 días que no ven a sus hijos», lo que ha calificado de inhumanidad y atrocidad.
Sobre la reforma del delito de sedición en el Código Penal promovida por el Gobierno, Sàmper ha afirmado que es una «trampa», porque a los presos soberanistas también se les ha condenado por malversación, que por sí sola supone una condena de 8 años, ha agregado.
Sàmper ha argumentado que si se reforma la sedición los presos podrían pasar de condenas de 10 años a condenas de 8, por lo que ha insistido en reformar la malversación «cuando no ha habido apropiación».
El conseller de Interior ha explicado que los Mossos tenían previsto que el Rey viniera a Barcelona este viernes con motivo de la entrega de despachos a la nueva promoción de jueces, y ha asegurado que fue «el primer sorprendido al ver en las noticias que no vendría».
Preguntado la actuación de los Mossos en los desahucios, ha asegurado que las imágenes no le gustan, ha pedido distinguir entre «ocupaciones vulnerables de las de mafias organizadas» y ha achacado las actuaciones a un fallo de la administración local.
«Tiene la obligación legal, la administración local, de proporcionar una vivienda», ha reprochado el conseller, que ha destacado que se ha puesto en contacto con todos los actores implicados en un desahucio para que las imágenes de cargas de los Mossos no se vuelvan a repetir.
En concreto, ha dicho que ha contactado con el TSJC, el Ayuntamiento de Barcelona y su concejal Albert Batlle, y lo que ha calificado como ‘mundo okupa’ y sus representantes, sin mencionar ninguna organización concreta.