El comisario Andrés Gómez Gordo afirmó ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que el ex Director Adjunto Operativo (DAO) Eugenio Pino le ordenó pagar a Sergio Ríos, quien fuera chófer del extesorero del PP Luis Bárcenas, con fondos reservados en el marco de la ‘operación Kitchen’ porque el comisario jubilado José Manuel Villarejo se había «cabreado con el mundo mundial» y dejó de hacerlo.
Así lo manifestó durante su declaración como investigado en la en la pieza 7 del conocido como ‘caso Villarejo’ el 14 de marzo de 2019, según el audio de dicha comparecencia, después de que éste le enseñará hasta cuatro recibís de 2.000 euros, correspondientes a los meses de junio, julio, agosto y septiembre de 2015, firmados por él y por Ríos.
«Lo único que se pagaba con 2.000 euros con fondos reservados era al chofer de Bárcenas», confesó Gómez Gordo, al que Villarejo apodó «Cospedín» por haber sido el responsable de la seguridad de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal.
SÓLO ENTREGÓ «UNO O DOS» RECIBOS
En este sentido, admitió que había entregado ese dinero al que fuera chófer de Bárcenas pero aseguró que le «extrañaba» que hubiera copia de cuatro recibos porque, según indicó, tan sólo llevó «uno o dos» a la DAO porque le indicaron que no hacía falta que los llevara.
Sobre el motivo por el que empezó a ser él el encargado de pagar a Ríos y no Villarejo, Gómez Gordo explicó que, a instancias de Pino, preguntó a Ríos si el comisario jubilado le estaba pagando y que tras informarle de que no, el entonces Director Adjunto Operativo le ordenó que lo hiciera.
Gómez Gordo continuó relatando que Villarejo dejó de tener contacto con Ríos porque «estaba cabreado con el mundo mundial» por «toda la lucha que tenía en esa época con la DAO, con todos». «Se filtraba todo en la prensa, no recuerdo el motivo. Salía todo y tenía un enfrentamiento constante con todo el mundo, con Pino, con Marcelino Martín Blas (exjefe de Asuntos Internos). Ya no iba por la DAO», agregó.
El comisario concluyó su declaración señalando que «visto lo visto», en referencia a su imputación, a día de hoy no volvería a realizar los pagos «sin testigos y sin pruebas caligráficas», aunque se ha justificado diciendo que en el aquel momento no sospechó de que se estuviera cometiendo ninguna irregularidad.
Asimismo, negó que le hubieran entregado documentos procedentes de la esfera de Bárcenas y apuntó que Ríos dejó de cobrar de los fondos reservados coincidiendo con su entrada en la academia de Policía.
