Las nuevas contrataciones de profesionales con discapacidad intelectual han descendido un 80% desde el inicio de la pandemia del coronavirus, según datos de la Oficina de Empleo Fundajobs, de la Fundación A LA PAR.
En concreto, el servicio de empleo de la Fundación A LA PAR ha gestionado 20 nuevas contrataciones entre marzo y agosto de 2020, frente a las 96 del mismo periodo del año anterior. «Es evidente que este septiembre está perdido y no tiene comparación con ningún otro en nuestros registros», indica Elena Rincón, directora del servicio de empleo Fundajobs.
Por otro lado, los datos de la Oficina de Empleo de Fundación A LA PAR indican que un 16% de los 107 profesionales que se encontraban en el programa de Empleo con Apoyo (ECA) ha perdido su trabajo –por fin de contrato y tras encadenar meses de contrato temporal– y otro 11% ha ingresado en algún proceso de ERTE en su empresa.
Según la Oficina de empleo Fundajobs, está desapareciendo uno de los perfiles más habituales entre las ofertas para profesionales con discapacidad intelectual, el de auxiliar administrativo.
«Con la crisis sanitaria el perfil más demandado es el de personal de limpieza, y de hecho, hemos empezado a ofrecer formación especializada en este campo para mejorar la empleabilidad de quienes acuden a nuestras oficinas en busca de un empleo», señala Elena Rincón, que añade que preocupa la duración de estos nuevos contratos que, «desde el inicio de la pandemia, no supera el año».
En este contexto, la Fundación alerta de que los meses de otoño «pueden ser letales» si no se pone el foco en la especial vulnerabilidad de los trabajadores con discapacidad intelectual en etapas de crisis.
«Además hay que tener presente, que la destrucción de este tipo de empleo, tiene un doble impacto en nuestro estado del bienestar: de un lado, la destrucción de empleo en sí misma, del otro, que los sectores vulnerables retornan al circuito asistencial volviendo a depender de la administración», subraya Carmela Pérez Anchuela, directora de Formación y Empleo de Fundación A LA PAR.
ERTEs
La institución ha recordado que se vio obligada a abrir un proceso de ERTE en marzo cuando el impacto del estado de alarma y los meses de confinamiento «pusieron en peligro la viabilidad de un proyecto social del que dependen cerca de medio millar de profesionales».
«El proceso fue difícil pero aquí nos gusta demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera. Por eso, no ingresó en el ERTE ningún trabajador con discapacidad intelectual. Además, a fecha de hoy, se han reincorporado a la plantilla el 100% de los trabajadores afectados», afirma Pérez Anchuela.
Mientras duró el proceso del expediente, Fundación A LA PAR adelantó y completó el sueldo íntegro de todos ellos. «Muchos de los compañeros incluidos en el ERTE se vieron afectados por los retrasos en los pagos del SEPE pero al adelantarles desde la Fundación el equivalente a sus nóminas, ninguno de ellos vio mermada su capacidad adquisitiva en los meses más duros del estado de alarma», asegura José Luis Castro Garrido, director general de Fundación A LA PAR.
«Una crisis es un período que agudiza las desventajas que tiene de partida la población más vulnerable. Es decisivo equilibrar la balanza para que este sector de la población pueda responder a los embates de esta situación desde una posición justa», concluye Carmela Pérez Anchuela.