Por qué deberías celebrar estar soltero

Estar en pareja tiene muchas ventajas que todos conocemos. Sin embargo, el hecho de estar soltero tampoco puede seguir siendo un tabú. Durante años, aquellas personas que disfrutan de la soltería han sido marcadas con el dedo por una razón simple: no han encontrado el amor. Esto tiene que terminar.

Los primeros que deben estar orgullosos de no tener a nadie al lado son los solteros. Son muchos los factores que influyen en no tener pareja. Desde que no nos conformamos con cualquiera hasta que preferimos estar solos. Esta es otra de las cosas que debemos tener en cuenta: no pasa nada por estar solos. Entonces, ¿por qué la sociedad está empeñada en que sí?

Si eres de esas personas que aún no ha encontrado a su media naranja o ni siquiera la andan buscando, descubre por qué deberías celebrar estar soltero.

El soltero tiene más tiempo para conocerse a sí mismo

soltero conocerse

Cuando estamos en una relación, en muchas ocasiones, tendemos a ocultarnos detrás de nuestra pareja. Llega un punto, en los casos más marcados, en el que incluso nos llegamos a mimetizar con ella. Es decir, parece que hasta nos escondemos detrás de esa relación, dejando a un lado nuestras preferencias. A veces, hasta nos olvidamos de quiénes somos, entregando demasiado a la otra persona.

Esto sucede porque nos volcamos demasiado en ayudar al otro, así como a complacerlo y a adaptarnos a su modo de vida. Llega un momento en el que podemos perder el norte, apartando lo que en realidad queremos. Por eso, cuando una relación termina y llega la temida ruptura, nos sentimos tan desorientados. Hay personas que llegan a vivir verdaderas crisis existenciales, pues deben volver a conocerse a sí mismos y encontrar esos hobbies que hemos dejado atrás durante la relación. El hecho de estar soltero, nos ofrece de nuevo la oportunidad para reconectar con nuestra naturaleza.

En el momento en el que nos atrevemos a dar el paso y volver a conocernos, volverán a aparecer otros factores importantes como el amor propio. También veremos cómo crece la autoestima. Conforme más nos vayamos conociendo, más oportunidades tendremos de cambiar las debilidades con las que no estemos de acuerdo y potenciar todas las virtudes y fortalezas que tenemos. Mientras no seamos capaces de querernos a nosotros mismos, no estaremos preparados para querer a otro.

Fuertes e independientes, así son las personas solteras

independencia

Cuando nos desembarazamos de una relación, en primer lugar, toca el sentirnos devastados por lo que hemos perdido. Debemos pensar, no obstante, que nadie muere de amor y que, conforme vaya pasando el tiempo, será este mismo el que ayuda a sanar nuestras heridas. Sabrás cuándo ha llegado ese momento.

Vuelve a ser un proceso de adaptación. Este, como es lógico, no es sencillo. Sobre todo, si hemos estado con la misma pareja durante muchos años. Estar soltero significa dejar a un lado esa dependencia emocional hacia la otra persona, así como el apego que hemos sentido durante la relación. Esto es algo doloroso. Cuando pasemos esos primeros malos momentos, podremos volver a renacer. Contaremos con más experiencias, así como vivencias de las que hemos podido aprender. La soltería la debemos tomar como un aprendizaje, sobre todo si acabamos de salir de una relación.

Además de todo lo anterior, también sabrás que es el momento de empezar a disfrutar de la independencia. Tendremos mucho más tiempo para nosotros mismos y este tiempo lo podremos invertir en todo lo que queramos. Los días no deben ser monótonos, sino que debemos saber cómo invertir el tiempo para sentirnos mejor. Otra de las bondades de estar soltero es que llega la independencia económica. Si sabemos cómo llevarlo, vivir solos puede ser una gran experiencia de la que también aprenderemos mucho.

Centrémonos en mejorar la salud

ejercicio soltero

Cuando una persona está soltera o soltero, contará con mucho más tiempo libre que cuando se encuentra en una relación. Es importante invertir todo ese tiempo que parece que nos sobra en nosotros mismos. Recuerda, ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo por gusto? ¿Tienes hobbies que antes te apasionaban pero que sientes haber dejado a un lado?

No es un secreto para nadie que, cuando estamos solos, tendemos a practicar mucho más ejercicio que cuando nos encontramos en pareja. Existen muchas razones para esto y todas son igual de válidas. Por ejemplo, no tienes que ponerte de acuerdo con nadie para poder hacer una rutina de forma tranquila y variada. Además, puede que estemos en plena búsqueda del amor, por lo que invertiremos más esfuerzos en estar bien.

Todo esto repercutirá de forma positiva en nuestra salud. Además de motivarnos mucho más que antes, el hecho de empezar a trabajar nuestro estado físico también contribuirá a cuidarnos por dentro. Otra de las ventajas, por supuesto, es que si hacemos ejercicio también nos alimentaremos mejor. Y todo esto ayudará a nuestro organismo. Por supuesto, también habrá momentos para disfrutar de un capricho en solitario.

Nuevas experiencias, la ventaja de estar soltero

conocer gente

Entre otras cosas, el estar soltero nos permite poder pasar más tiempos con nuestros amigos. Además, seremos mucho más receptivos a conocer gente nueva, así como a vivir experiencias nuevas sin sentirnos culpables. Cuando no tenemos pareja, podemos tener la posibilidad de tomar decisiones de forma mucho más sencilla, ya que nuestra opinión sola bastará para hacer aquello que nos propongamos.

Estar solos significa que somos autónomos, lo que hace que nos arriesguemos mucho más. La consecuencia es clara: empezaremos a disfrutar mucho más de la vida. Empezar por hacer buenos y nuevos amigos es una de las experiencias más bonitas de la soltería. Además, es una de las más elegidas.

Es decir, estar soltero no tiene que ser un tabú y mucho menos un estigma. Además de ser una etapa más de la vida, o quizá un modo de vida, también cuenta con múltiples beneficios. Deja atrás ese mito de que no se puede llegar a los 30 sin pareja. Hay muchas cosas que podemos hacer en solitario y ya llegará el momento de decidir si deseamos o no compartirlas con una nueva persona.