Laya acusa a oposición de minar la capacidad de influencia de España en la UE

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha acusado este lunes a la oposición de minar la capacidad de influencia en la UE y en Latinoamérica con «mezquindades» y «pequeños gestos» de cuestionamiento en el primer caso y llevándolo al «ruido nacional» en el caso de Iberoamérica.

«Tenemos espacio para ejercer liderazgo (en la UE) con mayúsculas, y lo haremos si se hace desde una posición de país, si entendemos que hay que sacar la UE de la pugna política nacional en vez de dedicarnos a socavar los esfuerzos del Gobierno con mezquindades, con cuestionar y con pequeños gestos», ha dicho.

En un coloquio organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, ha señalado que el liderazgo en la UE «no se construye de un día para otro», sino que «tiene que ser un objetivo de país». Además, ha señalado que mientras en España a algunos «les suena a broma» el ingreso mínimo vital, o el teletrabajo, otros países europeos preguntan y «piden ideas y sugerencias» al Gobierno español.

Así, aunque ha reconocido que en la UE la pugna entre grupos políticos españoles es mucho más atenuada que en el debate nacional, ha afirmado que en Europa «ven un poco con perplejidad cómo la oposición española cuestiona el Estado de Derecho y la manera en que España respondió con el estado de alarma».

Por lo tanto, ha recalcado que si se quiere que «Europa sea un poco más española» y cuente con más contribuciones de España, como lo ha sido el Fondo de Recuperación para la pandemia, hay que aplicarse esta lección.

En el caso de Latinoamérica, ha señalado que «las turbulencias sociales» que vive el continente demuestran la importancia que la región tendría que tener para la UE. Por eso, ha dicho, España tiene que activar ese interés, pero para ello tiene que «ser capaz de sacar este tema de la ecuación de la pequeña lucha política nacional».

«Me duele ver cómo los temas latinoamericanos se convierten en parte de nuestro ruido constante de todos los días, lo metemos en la ecuación nacional olvidando que eso mina nuestra capacidad de ser influyente en Latinoamérica», ha afirmado.

«CAMPOS DE BATALLA» ENTRE EEUU Y CHINA

Latinoamérica, ha afirmado, está pidiendo a la UE apoyo para poder financiar la recuperación post Covid y para construir sistemas de protección social mas igualitarios, y España, junto a Portugal, debería poder ayudar a que Europa mire más a la región para que no se convierta en otro «campo de batalla» entre Estados Unidos y China.

La necesidad de no ser «campo de batalla» entre las dos grandes potencias es lo que González Laya ha defendido también para la UE, ya que ésta tiene que decidir dónde se coloca, si quiere ser «campo de batalla» en esa rivalidad o si quiere ser «el continente que fije las reglas del juego para esta gran batalla».

España, ha dicho, quiere trabajar en definir la autonomía estratégica de la UE y esa autonomía estratégica está muy relacionada con el ámbito digital. No tanto con el 5G, ha dicho, sino con la gobernanza de los datos y las reglas del juego de la inteligencia artificial.

Eso sí, también ha dejado claro que Europa «no puede tener ambiciones geopolíticas» sino se fortalece en el plano interno, con proyectos como armonizar la fiscalidad o culminar la unión bancaria.

La ministra ha defendido que el Fondo de Recuperación europeo para combatir el impacto económico y social de la pandemia ha sido una «sorpresa» y, por ello, también un mensaje para muchos países de fuera de la UE que estaban «apostando a la baja», a que una UE inmersa en problemas como el Brexit iba a «deslizarse hacia abajo».

COMBATIR LOS MOVIMIENTOS POPULISTAS

Por otro lado, González Laya ha defendido que hay que «rebelarse todos los días» y luchar contra los movimientos populistas que «socavan las instituciones, deslegitiman las instituciones como medios de intermediación con los ciudadanos y cuestionan derechos y libertades» como la igualdad entre hombres y mujeres e incluso crean «zonas de exclusión LGTBI». El respeto de los derechos, ha dicho, son la especificidad de Europa y hay que protegerla «en Polonia, en Hungría y en España», donde, ha recalcado, también se ven «pulsiones de ese tipo» que ha dejado claro que no le gustan.

En el caso de Polonia y Hungría, ha señalado que no cree que la vía sea enseñar a estos países «la puerta de salida» de la UE, sobre todo porque muchos ciudadanos de estos países quieren «vivir en un espacio de derechos y libertades». A su juicio, la obligación de la UE «tiene que ser ayudar desde dentro a los ciudadanos que desde dentro quieren que los espacios de derechos y libertades sean efectivos» y al mismo tiempo vacunarse en otros países contra «movimientos que buscan exactamente lo mismo», porque «nadie está libre de esa pandemia» y hay que «trabajar desde abajo hacia arriba».

IMAGEN DE ESPAÑA

Por otro lado, ha señalado que los indicadores la imagen de España no arrojan un impacto de la pandemia en esta imagen, que es «tremendamente sólida». «La imagen de un país no sufre por un evento de un día para otro, se construye a largo plazo y se destruye a largo plazo si no se cuida», ha defendido.

Con todo, ha insistido en que España no es una excepción en lo relativo a la pandemia de Covid-19, sino la regla, visto la evolución de los contactos en otros países, si bien «algunas comunidades han sido contundentes en su respuesta a la segunda ola», como Aragón, donde se tomaron «medidas que otras comunidades autónomas no han tomado y eso se ve reflejado en las cifras».