Gobierno Vasco cree que se le piden «seguridades» en aulas que no puede dar

El portavoz del Gobierno Vasco y consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, cree que a las instituciones se les piden «unas seguridades» en las aulas que no puede dar por la situación cambiante de la pandemia de coronavirus, y ha pedido colaboración y compromiso a la comunidad educativa. Además, ha afirmado que el problema no es de recursos, sino de «cómo adoptar decisiones día a día» para garantizar la educación presencial».

El portavoz del Ejecutivo ha realizado estas declaraciones este miércoles, cuando los sindicatos ELA, LAB, Steilas, CCOO y UGT se reúnen con el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, para reclamarle recursos adicionales para hacer frente a la covid-19 este inicio de curso.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Zupiria ha afirmado que los que están en este Gobierno y los integrantes del anterior tienen «la pena» de no haber conseguido «reiniciar y recuperar las clases presenciales antes del verano, excepto en unos pocos niveles».

Según ha explicado, cuando el Ejecutivo elaboró la primera versión del plan ‘Bizi Berri’, de nueva normalidad, se marcó como objetivo que fuera posible la vuelta a las aulas «porque iba a dar una experiencia práctica de cómo se tenía que desenvolver la comunidad escolar dentro de los centros educativos», pero «una oposición rotunda impidió que aquello sucediera».

Además, cree que al Gobierno y a las instituciones, en general, se les está pidiendo unas seguridades «que no cabe dar porque nadie sabe muy bien cuál va a ser el escenario» en el que se desenvolverá todo. «Nosotros no preveíamos el escenario que se ha dado en el mes de septiembre, como el Ayuntamiento de París no preveía el escenario de ayer mismo en el que está anunciando, por ejemplo, que las clases asistenciales en la universidad se van a reducir a la mitad», ha indicado.

A su juicio, hay que hacer un ejercicio «de prueba y error, error y prueba, que habrá que desarrollar semana a semana, centro a centro, pueblo a pueblo, durante por lo menos todo el curso escolar 2020/21 y, probablemente, también el siguiente».

«Y esto exige un compromiso por parte de todos. El Gobierno no va a hacer dejación de ninguna de sus responsabilidades, pero el Gobierno solo no puede. Y, como se está demostrando, la colaboración y el compromiso de toda la comunidad educativa, en la que, además de los sindicatos, intervienen los centros, sus direcciones y los docentes, que juegan un papel fundamental en esta historia, o las familias, son imprescindibles para que este curso se pueda desarrollar de forma presencial con normalidad», ha aseverado.

RECURSOS

A su juicio, el problema no es de recursos, sino que la preocupación es «cómo se van adoptando decisiones día a día, en colaboración con la comunidad educativa, para asegurar el objetivo fundamental, que es una educación presencial, y asegurar y garantizar el derecho a la educación» de los estudiantes.

En cuanto a la gestión de la pandemia, considera que en Euskadi se está haciendo «un esfuerzo muy serio por parte de todas las instituciones y, en general de toda la sociedad, para no generar más ruido del necesario e ir adoptando las decisiones que en cada momento son necesarias».

«No sé si tenemos la perspectiva suficiente para hacer una evaluación de lo que nos está sucediendo. Nadie se esperaba lo que pasó en marzo. Hace un mes parecía que Cataluña era un infierno, luego parecía que Euskadi se salía de madre, nadie se espera lo de Madrid y hay que mirar cuál es su situación sanitaria, pero yo tampoco me esperaba lo de Londres, lo de Nueva York o lo del París», ha citado.

Tras añadir que esto no le consuela, ha indicado que se vive un escenario que «exige estar en guardia permanente a todos porque es la única forma y aprender a convivir con este virus tan contagioso que va a condicionar de forma tan rotunda» la vida de todos.