PP y Cs proponen incluir a toros y videojuegos en las ayudas a la cultura

El Grupo Popular y el de Ciudadanos han propuesto en varias enmiendas incluir al sector taurino y a los videojuegos expresamente en el Proyecto de Ley por el que se aprueban medidas de apoyo al sector cultural y de carácter tributario para hacer frente al impacto económico del COVID-2019.

Así, los ‘populares’ solicitan en el texto  que se establezca un sistema de ayudas extraordinarias al sector de la tauromaquia como consecuencia del impacto negativo de la crisis sanitaria. En este apartado se incluye un punto para la autorización de un crédito extraordinario de 2 millones de euros para «necesidades excepcionales».

Las ayudas están dirigidas tanto a empresas de tauromaquia como a personas físicas y jurídicas que se dediquen al espectáculo taurino y se ayudas se articularán además a través de una línea para la organización de novilladas picadas a nivel nacional.

El Grupo Popular también pide en otra de las enmiendas al texto de las ayudas la modificación técnica del párrafo en el que se habla del acceso extraordinario a la prestación por desempleo para incluir expresamente a los «profesionales taurinos» en este apartado.

Por su parte, desde Ciudadanos han pedido introducir modificaciones para crear un marco fiscal que favorezca a la inversión nacional e internacional en la industria del videojuego en España. Así, propone que entre los sectores beneficiarios de las deducciones se incluyan a los productores del videojuego y obras interactivas.

Los destinatarios de las deducciones serían los productores de videojuegos y obras interactivas, de cortometrajes y largometrajes de animación, y de efectos visuales que se encarguen de la ejecución de una producción nacional o extranjera.

En este caso, sería del 20 por ciento de los gastos realizados en territorio español, respecto del primer millón de base de la deducción y del 18 por ciento sobre el exceso de dicho importe. Además, para tener derecho esta deducción los gastos deberán ascender a una cantidad igual o superior a 200.000 euros. El importe de esta deducción no podrá ser superior a 3 millones de euros, por cada producción realizada.

Estas propuestas deberán debatirse primeramente en una ponencia antes de su discusión en Pleno del Congreso. La finalización del plazo de enmiendas llegó la semana pasada entre quejas precisamente de los representantes de los grupos parlamentarios de PP y Ciudadanos, quienes calificaban el retraso en el trámite de unas ayudas urgentes de «situación bastante extraña y ridícula».

Estas ayudas están fijadas en un Real Decreto puesto en marcha a principios del pasado mes de mayo. En total, se destinan alrededor de 76 millones de euros a ayudas para el sector cultural y a la financiación de las empresas culturales, y que incluye también medidas fiscales o el acceso extraordinario a la prestación por desempleo.

CRÍTICAS POR EL RETRASO EN TRAMITACIÓN

La diputada del PP y vicepresidenta de la Comisión de Cultura, Marta González, consideraba «extraordinaria y fuera de lo normal» la ampliación de plazos para las enmiendas, que cree no se debe al hecho de que los partidos necesiten más tiempo para mejorar las enmiendas, sino a «problemas internos» entre el PSOE y Podemos.

Desde este grupo político se han presentado en torno a medio centenar de enmiendas –González ha recordado que desde el pasado mes de julio han mantenido más de 30 reuniones con representantes del sector y estos días aún estudian si incluir tres enmiendas más– y se urge a actuar para ayudar a uno de los sectores «más perjudicados» con la crisis sanitaria.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos en la comisión de Cultura y Deportes en el Congreso, Guillermo Díaz, ha asegurado que «la palabra que más se ha utilizado» en las reuniones con los representantes de distintos sectores estos últimos meses ha sido «el adjetivo ‘ridículo'» ante el retraso.

Entre las propuestas que plantea la formación naranja en sus enmiendas, se propone la creación de un fondo de rescate para el sector, mejoras en la incentivación de donaciones y un marco específico para deducciones de videojuegos, uno de los sectores «más pujante» de la cultura que no estaba contemplado en el Real Decreto.