El Congreso condena los mensajes de odio político

El Congreso ha aprobado este jueves una iniciativa del PSOE con la que se condena la difusión de vídeos o mensajes de odio por motivos políticos y se reafirma el compromiso con la convivencia democrática, pero ese llamamiento genérico a la tolerancia ha dividido de nuevo al hemiciclo.

Y es que la iniciativa no ha sido capaz de atraer ni a PP y Vox, que han votado en contra al echar en falta la condena de los ataques a la Corona, ni tampoco a las fuerzas independentistas, que han optado por una «abstención de castigo» por la «tibieza» de los socialistas con la ultraderecha. Cs también optó por la abstención.

El PSOE presentó esta proposición no de ley a raíz de un vídeo que se hizo viral en redes sociales y en el que aparecía un hombre disparando con una escopeta contra las fotografías del presidente Pedro Sánchez, el vicepresidente Pablo Iglesias, los ministros Irene Montero y Fernando Grande Marlaska y del portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique.

Cintas como ésta y otras similares, a juicio de los socialistas, «no pueden pasar de largo sin respuesta tajante y conjunta» de todas las fuerzas democráticas porque «hoy la agresión se dirige al Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos, pero mañana la diana podría estar en personas de cualquier otro partido, porque el fanatismo no entiende de colores ni de siglas».

¿Y LOS ATAQUES AL REY?

De ahí que registraran esta iniciativa durante cuyo debate, el pasado martes, el PSOE, a través de Rafael Simancas, aprovechó para cargar contra Vox, al que acusó del «deterioro» de la convivencia en España y le señaló como «un peligro para la democracia», y PP, Vox y Ciudadanos para restregarle los ataques contra el Rey de las últimas semanas pero también contra el Poder Judicial o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

De hecho, tanto los de Pablo Casado como los de Santiago Abascal presentaron enmiendas pidiendo extender la condena a los mensajes de odio a la Corona, a los jueces, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los partidos de la oposición, entre otros, pero el PSOE no las ha aceptado.

Lo que sí ha hecho es autoenmendar su texto original para que la Cámara reconozca también «a todas las personas que han contribuido al establecimiento de la democracia en España» y rechazara «todo ejercicio de revisionismo histórico que atente contra la memoria democrática y trate de justificar regímenes y acciones antidemocráticas».

«AL FASCISMO NO SE LE AVISA, SE LE COMBATE»

Pero las críticas a la propuesta socialista no sólo vinieron de las bancadas de la derecha sino que también fue cuestionada por su socio de Unidas Podemos, que cree que su contenido se quedaba «corto», y por los partidos independentistas.

En concreto, Esquerra Republicana (ERC), Junts, Bildu, Bloque Nacionalista Galego (BNG) y la CUP, que avanzaron que darían «una abstención de castigo» ante la «hipocresía» del PSOE frente al odio que fomentan desde la ultraderecha. «Al fascismo no se le avisa, se le combate», ha avisaron.