La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional comienza a juzgar mañana a una docena de miembros de las organizaciones Causa Galiza y Ceivar, que se enfrenta a penas de cárcel que oscilan entre cuatro y 12 años por «ensalzar» y «justificar» el ideario de la organización terrorista Resistencia Galega. La Fiscalía pide además que se disuelvan ambas entidades independentistas.
El Ministerio Público considera probado que once acusados son «miembros constituyentes, responsables de organización y coordinación» de las dos organizaciones, por lo que se enfrentan a penas de entre seis y ocho años de cárcel por pertenencia a una organización criminal para enaltecer una organización terrorista y sus miembros, además de los sendos delitos de enaltecimiento en los que pudieron incurrir con su participación en diversos actos.
Sin embargo, tan solo reclama 4 años de cárcel para uno de los acusados ya que, a diferencia del resto, solo permanece imputado por ensalzar el terrorismo. Este encausado había sido condenado en 1993 en sentencia firme por tenencia ilícita de armas, falsedad documental y terrorismo dentro del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive.
Según explica en su escrito de acusación provisional, Causa Galiza –cuya ilegalización fue dejada sin efecto en diciembre de 2016– «desarrollaba actividades concretas orientadas a la organización y promoción de actos de apoyo a los miembros» de Resistencia Galega, así como «a las organizaciones terroristas antecesoras de esta».
Entre estos actos, el fiscal enmarca la campaña de apoyo a María Osorio López, condenada por terrorismo por la Audiencia Nacional en 2013, y varios eventos celebrados por el 25 de julio, Día de Galicia, y el 11 de octubre, el proclamado Día da Galiza Combatente.
Asimismo, señala que Causa Galiza «mantenía una relación con colectivos del ámbito del independentismo radical y violento a nivel nacional», con el objetivo «de colaborar con ellos y expresar su apoyo y solidaridad con las causas que defendían».
Por parte de Ceivar, Fiscalía sostiene que sus miembros también realizaron «actividades de apoyo» a miembros y presos de Resistencia Galega «a los efectos de complementar la acción de la organización terrorista». Añade que «perseguía ampliar la base social del independentismo radical gallego que asumiera como legítimo el empleo de la violencia para conseguir sus fines políticos».