El portavoz del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, ha manifestado este miércoles que la medida de implantar el toque de queda «estuvo sobre la mesa» cuando se analizaron diferentes medidas para contener los contagios de Covid-19 en la Comunidad foral, pero ha manifestado que «se concretó por los servicios jurídicos que no era competencia propia de Navarra».
En la rueda de prensa tras la sesión del Ejecutivo, Remírez ha comentado que el Gobierno ha actuado «al máximo» dentro del ámbito competencia de la Comunidad foral. «Debe ser una postura reflexionada y acordada con el conjunto de CCAA y el Ministerio de Sanidad en el Consejo de Salud que tendrá lugar mañana», ha agregado.
El vicepresidente navarro ha señalado que para el Gobierno «cualquier instrumento o herramienta que sirva para luchar contra el virus y la pandemia la consideramos positiva.
Ha considerado así «respetable» la postura del alcalde de Pamplona, Enrique Maya, quien abogó por el toque de queda preferentemente a cerrar los establecimientos hosteleros. «Nosotros seguimos creyendo que cerrar la hostelería es una medida costosa para el sector, pero que va a tener efectos positivos en la lucha contra la pandemia», ha expuesto, para indicar que «tenemos un diálogo abierto con el sector, con medidas que se suman a otras ayudas en el pasado».
Javier Remírez ha señalado que el paquete de medidas adoptado por el Gobierno y que entra en vigor esta próxima medianoche es «duro» y «contundente». Se publica, mediante Orden Foral, en el Boletín Oficial de Navarra este mismo miércoles.
La consejera de Salud, Santos Induráin, por su parte, ha incidido en que «Navarra tiene que compararse consigo misma y tomar todas las medidas en su mano y todo en este difícil equilibrio entre salud y economía, entre actividad social y contención del virus». Ha señalado que es una razón sanitaria la que obliga al Gobierno a adoptar estas medidas con el objetivo de «frenar la expansión del virus» y también el momento actual para «dar un frenazo brusco, una vuelta de tuerca aquí y ahora».
Según ha dicho, «esta incidencia tan alta que estamos viviendo se trasladará en una presión de sistema sanitaria y no pueden subir los casos porque los niveles actuales pueden tener efectos en la atención no covid». «Era necesario volver a actuar con contundencia para no arrepentirnos más tarde», ha sentenciado.
Ha explicado Induráin que el cierre perimetral de Navarra se adopta también «por responsabilidad respecto a otras CCAA» y para «revisar de puertas para adentro el elenco de restricciones, aplicando una filosofía de esfuerzo colectivo general». Ha llamado así a ser «eficaces entre todos» para poder levantar este cierre y la suspensión «prácticamente de cualquier actividad a partir de las 21 horas».
«Es un paquete de medidas muy contundente, con un gran sacrificio, y esperemos que dé frutos de manera rápida y nos permita encarar el invierno de manera sostenible», ha señalado la consejera.
Sobre si el cierre afecta a la salida hacia Francia, el vicepresidente ha comentado que «la competencia de Navarra se circunscribe a ámbito nacional» por lo que no puede cerrar la salida a Francia. De esta forma, los navarros podrían valorar la salida a Francia, «se puede dar».
Remírez ha añadido que desde el Gobierno foral se ha trabajado este escenario de pandemia con el «máximo rigor jurídico» desde el inicio, por lo que ha manifestado que «no creemos que habrá problema en la aplicación práctica de la Orden Foral y si se produjera haremos lo que podamos con nuestros instrumentos».
Ha explicado que las decisiones adoptadas son «compartidas» con el Ministerio y «no podemos hablar de exigencia sino de puntos de encuentro». Ha dicho que hay una «alineación adecuada» entre la visión de la situación por parte de los representantes de ambas administraciones.