El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, reunido este sábado manera extraordinaria, ha acordado solicitar al Gobierno central la declaración del estado de alarma en España y el ámbito de la Comunidad Autónoma. Un acuerdo que ha sido respaldado «plenamente» por PSOE, PP y Cs en la región momentos antes de celebrarse esta cita.
Así lo ha avanzado en rueda de prensa la portavoz del Gobierno castellanomanchego, Blanca Fernández, que ha detallado que el máximo responsable autonómico, Emiliano García-Page, ha enviado una carta al presidente del Ejecutivo nacional, Pedro Sánchez, este mismo sábado en la que le solicita ese estado de alarma «para la mayor seguridad jurídica» y «con la finalidad de actuar con la mayor celeridad y eficacia, y preservar la salud de toda la ciudadanía, limitando la transmisión comunitaria del coronavirus».
«El virus no conoce fronteras, ya lo sabemos. Somos 17 comunidades autónomas pero no puede ni debe haber 17 estrategias distintas, tiene que existir una misma estrategia a nivel nacional con la flexibilidad suficiente para ser eficaz en cada territorio con una gobernanza compartida porque aquí no sobra nadie pero que garantice firmeza, rapidez y diligencia a la hora de tomar medias en todas las comunidades autónomas porque lo que hacemos o dejamos de hacer afecta a las comunidades autónomas limítrofes y, por ende y por extensión, a toda España», ha precisado Fernández.
Según ha indicado, Castilla-La Mancha necesita de un «paraguas de protección jurídica potente» como es el estado de alarma para poder tomar todas las medias necesarias para contener el contagio con la seguridad jurídica suficiente y tener, además, una actuación coordinada con todas las comunidades autónomas y el Gobierno de España que sean adecuadas a la situación epidemiológica del momento.
En opinión de la portavoz, el estado de alarma es el instrumento jurídico «imprescindible» para afrontar las medidas que requiere esa segunda ola porque «no deja ningún tipo de laguna legal para cuando haya que tomar cualquier medida», pero ha recalcado que es necesario que sea un instrumento a nivel nacional porque «la estrategia debe ser nacional».
«EVITAR A TODA COSTA UN SEGUNDO CONFINAMIENTO»
Blanca Fernández, que ha incidido en que Castilla-La Manca no renuncia a gestionar un estado de alarma autonómico, ha señalado que en estos momentos «no podemos tener complejos» citando las medias que están poniendo en países como Francia, Portugal, Israel, Italia o Irlanda para añadir que «hay que evitar a toda costa un segundo confinamiento, porque es malo para la economía y para la salud emocional del país y de las personas de manera individual».
Preguntada por si se han adoptado otras medidas durante esta reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno, la portavoz ha negado este extremo pues el objetivo de la reunión era esa solicitud del estado de alarma y la necesidad de «tener medidas homologables en todo el territorio nacional» y que la base jurídica «sea la misma», añadiendo que el toque de queda o cualquier otra medida debe acordarse en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
También a preguntas de los medios ha agradecido a la oposición en la región «esta muestra de lealtad, si no con el Gobierno sí con la ciudadanía» que han evidenciado mostrando su apoyo a esta solicitud del estado de alarma en el país y en la Comunidad Autónoma pues es una decisión «que tiene que ver con la evolución de la pandemia» y «saben, como nosotros, que lo que pase en Madrid, Extremadura y León nos acaba afectando y eso afecta al resto de las comunidades autónomas».
PAGE: «SITUACIÓN PREOCUPANTE»
En el mismo sentido, en su misiva al presidente del Gobierno central, Emiliano García-Page, ve «indispensable la adopción de medidas que afecten a todas las comunidades autónomas con una base homogénea en todo el país, teniendo en cuenta los territorios limítrofes entre comunidades autónomas y las fronteras exteriores de España», ello a pesar de que la atribución del estado de alarma en el ámbito territorial de Castilla-La Mancha «pueda permitir adoptar medidas adaptadas a la situación específica de esta región».
El presidente de Castilla-La Mancha explica a Pedro Sánchez que aunque la región continúa «por debajo de la media nacional en incidencia acumulada a siete días», con 181,17 casos por cada 100.000 habitantes y con una incidencia acumulada a 14 días en 385,22 por cada 100.000 habitantes, «la evolución de la situación epidemiológica está siendo preocupante y la tendencia puede derivar a una evolución de mayor gravedad».