El líder del PP, Pablo Casado, no desvelará hasta este lunes la posición de su partido sobre el estado de alarma después de que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, le haya solicitado en una conversación telefónica su apoyo a esta medida excepcional que incluye confinamiento nocturno hasta el 9 de mayo.
La cúpula del PP quiere analizar bien lo que plantea el Gobierno y ha rehusado este domingo hacer una valoración pública sobre si apoya o no ese nuevo estado de alarma que el Ejecutivo quiere aplicar seis meses y que concede a los presidentes autonómicos ser la autoridad delegada en sus territorio, lo que permitirá a las autonomías confinar total o parcialmente.
Casado ha rechazado públicamente estos últimos meses un nuevo estado de estado de alarma –el 3 de junio votó en el Congreso en contra de la última prórroga– y ha apostado por una modificación de la ley orgánica de medidas especiales de Salud Pública de 1986 para dar un marco jurídico que ofrezca estabilidad y certidumbre a las autonomías, sin tener que estar al albur de lo que digan los tribunales. De hecho, en agosto el Grupo Popular presentó su propia reforma legal en el Congreso.
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo ha anunciado este domingo un nuevo estado de alarma y ha pedido a todos los grupos apoyo a «una medida tan extraordinaria pero tan necesaria para contener esta segunda ola». Fuentes de la dirección del PP han señalado que Casado clausura este lunes la primera sesión del XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que inaugura el Rey, y «allí pronunciará un discurso donde hablará sobre el tema».
ALMEIDA: «LOS CIUDADANOS NO MERECEN ESTE DESCONCIERTO»
Sí que se ha pronunciado el alcalde de Madrid y portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida, que ha afirmado que «los ciudadanos no merecen este desconcierto», ya que, según ha señalado, hace diez días el director del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, dijo en una comparecencia que se estaba llegando a un período de estabilización.
Así, el regidor madrileño ha recalcado que entre esa rueda de prensa de Simón y «este estado de alarma inminente han pasado sólo 10 días». Los ciudadanos no merecen este desconcierto», ha proclamado en un mensaje en su cuenta de Twitter, que ha recogido Europa Press.
Por su parte, la exportavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha se ha referido a Sánchez como el «déspota contemporáneo», después de que en su comparecencia en Moncloa haya defendido ir acuñando una expresión «más contemporánea» porque, según el jefe del Ejecutivo, «no es un toque de queda sino una restricción a la movilidad».
SE VINCULARÁ CON SU POSICIÓN EN LA MOCIÓN DE CENSURA
En las filas del PP son conscientes que después del discurso de Casado en la moción de censura, donde rompió lazos con Vox, el PSOE presionará públicamente a su partido para exigir al PP que apoye el estado de alarma y demuestre con hechos que es un partido de Estado y marca distancias con el partido de Santiago Abascal.
El propio jefe del Ejecutivo ha recalcado este domingo que el estado de alarma es una «cuestión de estado» y ha recordado que con esta medida doblegaron la primera curva en España. «Los partidos políticos que se califican de Estado deben pensar seriamente en apoyar esta medida tan extraordinaria», ha resaltado.
Es más, Sánchez ha indicado que le gustaría contar con el apoyo del PP en esta «tan importante» decisión porque son medidas «que van ayudar y van a facilitar mucho la toma de decisiones a estos Gobiernos autonómicos».
Estos últimos días los gobiernos del PP no han pedido públicamente ese estado de alarma como sí que han hecho la mayoría de los Ejecutivos regionales del PSOE, así como los de Cataluña, País Vasco y Cantabria. Tanto ‘Génova’ como los gobiernos ‘populares’ sí que han exigido al Gobierno criterios «objetivos» y «homogéneos» en toda España para afrontar esta segunda ola.
Al ser preguntado expresamente si Casado no le ha dicho que «no» y qué sensación se lleva de esa charla telefónica, Sánchez no ha querido desvelar qué le ha contestado el líder de la oposición asegurando que no es él «quién tiene que responder a esta pregunta sino que tendrá que ser el PP». Tras asegurar que han mantenido una conversación «cordial», el jefe del Ejecutivo ha llamado a la «reflexión» reiterando que la pandemia «es una cuestión de Estado».