La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha defendido que en Castilla-La Mancha «todas» las aulas tienen ventilación natural y que esta ventilación, que no enfriamiento, es algo que «habitualmente» se ha hecho en las clases y que es una necesidad que ahora se pauta desde Sanidad.
Así se ha pronunciado Rodríguez en rueda de prensa después de que el sindicato UGT haya solicitad un protocolo más claro al respecto, ante lo que ha señalado que desde el departamento que dirige han pedido información no solo a Sanidad sino al Ministerio de Educación y que de ese proceso se deriva que la ventilación de las aulas tiene que ser natural.
«Durante la jornada escolar debe haber pequeñas aberturas de las ventanas durante cinco minutos o diez minutos en dos o tres ocasiones», ha dicho, según se recoge de las instrucciones del Ministerio, para añadir que si se instalaran filtros de aire no llevaría consigo que no se ventilara el aula.
Así, ha señalado que estas instrucciones ministeriales solo hacen referencia a que si algún espacio no tuviese posibilidades de ventilación natural habría que complementarlo pero con un estudio en profundidad y un mantenimiento de los aparatos.
SEMIPRESENCIALIDAD
Sobre la semipresencialidad que también ha criticado el sindicato, la consejera ha defendido que en Secundaria y Bachillerato está «funcionando muy bien» y lo ha achacado al «empeño y trabajo» de los docentes.
Así lo ha indicado Rodríguez a preguntas de los medios en una rueda de prensa después de que el sindicato UGT haya pedido a la Consejería que los niveles educativos de Secundaria y Bachillerato sean totalmente presenciales.
Rodríguez ha apuntado que la Consejería ha tenido «como objetivo prioritario» la presencialidad, que ha recordado que tiene que ser obligatoria hasta los 14 años, y que la semipresencialidad «es el último paso» para los centros educativos cuando no tienen otras posibilidades y que nace con la vocación de ser reversible.
En este sentido, ha explicado que la semipresencialidad «está visada y revisada» por la inspección educativa. «Por lo tanto, cuando hablamos de semipresencialidad hablamos de los últimos pasos a seguir y con una condiciones determinadas. No significa que todo vale».
«Los docentes están trabajando en ese ámbito de forma excepcional aplicando modelos diferentes –semipresencialidad síncrona o asíncrona–. Pero ese esfuerzo para conseguir las competencias educativas es un trabajo muy duro que ha costado mucha acomodación», ha argumentado.