domingo, 15 diciembre 2024

Fiscalía apunta a un «crimen perfecto» en Patraix

«Crimen perfecto, planificado por ella y ejecutado por él». Así ha descrito la Fiscalía ante el jurado el asesinato de Antonio, un ingeniero de 36 años que murió de seis puñaladas en su garaje del barrio valenciano de Patraix en agosto de 2017 a manos de uno de los amantes de su mujer, tal y como él ha confesado. Con lo que el fiscal, en su último turno de palabra, ha pedido justicia: «Que le den lo suyo» a María Jesús y Salvador.

El ministerio público ha mantenido su calificación de los hechos y reclama 22 años de prisión para María Jesús, conocida como Maje, por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco, y otros 18 para Salva, su amante. Por su parte, la acusación particular, que representa a la víctima, reclama 25 años para ella y 16 para él –ha rebajado cuatro años, según lo que solicitaba inicialmente–; la defensa de Maje pide la absolución y la de Salva siete años y medio de prisión por el delito pero con las atenuantes de reparación del daño y confesión.

El crimen tuvo lugar el 16 de agosto de 2017 en un garaje del barrio valenciano de Patraix. Los dos acusados, compañeros de trabajo en un hospital, han mostrado versiones distintas: mientras Salva ha reconocido el asesinato y ha incriminado a Maje, a la que ha apuntado como ideóloga, la mujer lo ha negado y ha asegurado que «jamás» planificó nada, solo encubrió.

El fiscal ha insistido en que el plan era conjunto y en que sin ayuda de Maje, Salva no hubiera podido perpetrar el asesinato. Y ha subrayado lo «buena persona» que era la víctima, quien «confiaba» en su mujer y la quería: «Le compró varios peluches para darle una sorpresa en su cumpleaños pero no pudo ser porque lo mataron», ha recordado.

Sobre Maje y Salva ha destacado las vidas paralelas que llevaban. «Llega un momento en el que él se enamora perdidamente de la acusada y es dependiente de ella. Lo hace todo junto a ella, le lleva la compra, le saca billetes de transporte e, incluso, le compra faldas», ha enumerado.

Maje, ha dicho, «también le quería», pero tenía otros amantes y era una «mentirosa». «Siempre miente para tener vidas alternativas. Una y otra vez sin parar», ha dicho. «Tiene que estar acostumbrada a manipular a las personas porque no es fácil hacer todo esto», ha reflexionado.

Y el crimen, ha insistido, surgió de ella y lo planificaron antes de verano. «¿Quién va a desear la muerte de Antonio si no ella? ¿Salva? ¿Pero si no le molestaba?», se ha preguntado el fiscal. «¿Alguien duda de que Salva actuase por inducción de ella?», ha proseguido, y ha contestado: «El hace todo lo que ella quiere porque depende de ella y necesita su aprobación». «Salva acepta hacerlo y asumirlo todo», ha apostillado.

«Salva no podía cometer solo el crimen por mucho que quisiera. Tenía que saber muchas cosas sobre él, quién era, cuándo iba a casa, dónde aparcaba y cuál era su coche. La única fuente de información era su mujer, quien traicionó la confianza de Antonio», ha resaltado el ministerio público.

PLAN «MUY INTELIGENTE»

El plan fue «muy inteligente», ha descrito el fiscal, y la fecha y la elección del garaje como escenario del crimen fue «ideal». Fue Maje, ha mantenido el fiscal, quien le dio las llaves del garaje a Salva para que lo matara, y quien le comunicó a su esposo que la noche antes del crimen tenía guardia en el hospital y no dormiría en casa, con lo que podía dejar su vehículo en el parking.

Y el crimen «fue a traición, por sorpresa, sin posibilidad de defensa ni reacción. El acusado se escondió, armado, y mató a Antonio de cuchilladas, de forma segura, para no fallar, tal y como le pidió la acusada. El no falló, le mató y le remató a cuchilladas. Es brutal», ha lamentado.

«Tras el crimen siguen juntos y se dan un teléfono móvil para hablar entre ellos. Se llegan a reir de la justicia y están dispuestos a aceptar que cojan a otro por el crimen», ha advertido, y ha señalado que el encubrimiento que alega Maje «insulta a la inteligencia».

Sobre el móvil del crimen, el fiscal ha afirmado que es algo «íntimo» y ha señalado que no cree que fuera económico: «Con el asesinato, Salva destrozaba su vida y ella se quitaba a su marido de en medio y, además, se ganaba una pensión y dos pólizas de seguro», ha dicho para aclarar que esto fue una consecuencia, no el móvil. Con todos los argumentos, ha pedido justicia y condena para Maje y Salva.

La acusación particular, por su parte, ha coincidido con el fiscal en la planificación del crimen y en la culpabilidad de Maje. Ha lamentado el daño moral causado a la familia de la víctima, a la que la acusada insultó y deseó la muerte tras el asesinato de Antonio. Y ha puesto de manifiesto cómo ella se autojusticaba tras los hechos: «acusó a la víctima de maltratarle, de ser posesivo, controlarle y tener mal carácter», ha recordado. Por último, se ha referido a ella con tres M: «maldad, manipuladora y mentirosa».

El objeto de veredicto se entregará este viernes al jurado para que tome una decisión sobre la culpabilidad o no de los acusados. No tienen plazo para ello.