El titular del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona sospecha que la directora general de Centros Concertados y Centros Privados de la Generalitat, Pilar Contreras, y el director general de Centros Públicos, Josep Gonzàlez-Cambray, realizaron presuntos tratos de favor al exconseller de ERC Xavier Vendrell para aumentar las plazas en un colegio de educación especial de Sant Joan Despí (Barcelona), según consta en los autos del magistrado consultados por Europa Press.
Contreras y Gonzàlez-Cambray fueron detenidos el miércoles en un operativo contra el supuesto desvío de fondos públicos al proceso soberanista en el que la Guardia Civil hizo una treintena de arrestos, y ambos han quedado en libertad la mañana de este jueves.
Las sospechas sobre Contreras se basan en una llamada escuchada en el teléfono de Vendrell en noviembre de 2019, cuando él explicó a un tercero que «había hablado con el conseller Bargalló y que también estaba la Pilar Contreras», y también mencionó a Gonzàlez-Cambray.
El auto recoge otra llamada, de mayo de 2020, en la que Contreras comentó con Vendrell «que había un problema que intentarían solucionar», y el juez explica que el problema surgió al no haber presentado la solicitud de concierto para las nuevas aulas que Vendrell quería habilitar en Sant Joan Despí, ante lo que Contreras le explicó los pasos a seguir.
En junio, según recoge el auto del juez, Vendrell dijo a Contreras que la resolución del concierto estipula que en cada clase puede haber como máximo ocho alumnos, a lo que ella replicó que «es como en todos los centros» y que los servicios territoriales de la comarca le dijeron que no iban a poner impedimentos para aumentarlo hasta 12 alumnos.
Así, Contreras supuestamente afirmó en esa conversación «que la resolución respecto a los centros de educación especial no la podía variar respecto al número de alumnos porque es la que está establecida».
Aun así, el juez explica que Contreras dijo a Vendrell que lo harían igualmente contactando con el jefe de los servicios territoriales, y le dijo «que sí, que no sufriera, que lo dejarían así. Que, por tanto, todo sigue igual y mantendrían el mismo número de alumnos».
En junio, Vendrell habló de nuevo con Contreras, «quien si bien le explicó que no se puede poner el concierto a unos grupos que no están autorizados, matizó que en el momento que tengan la autorización (se entiende de las nuevas dos aulas), que en principio no habría problemas», y dijo haber acordado con el director de los servicios territoriales que pudiera haber dos aulas más y cuatro alumnos más por aula.
«Que como ahora esto no estaba hecho y no da tiempo de hacerlo, que lo que hacemos es ‘vista gorda’ y para delante. Que a ella desde los servicios territoriales le dijeron que no habría ningún problema y que cuando tuvieran los espacios se le arreglaría todo», dijo Contreras a Vendrell según recoge el juez.
GONZÀLEZ-CAMBRAY
En cuanto a Gonzàlez-Cambray, el juez relata las reuniones y llamadas que mantuvo con Vendrell entre finales de 2019 y mediados de 2020, y explica que el exconseller le telefoneó para explicarle la conversación con Contreras sobre las plazas de alumnos en la escuela de Sant Joan Despí, y que esa ampliación requería hacer obras en el edificio.
El auto también recoge otra conversación entre Vendrell y Cambray, en julio, en la que el primero explicó que iba a reunirse con el conseller Bargalló, y supuestamente afirmó que Bargalló le había asegurado el concierto para la escuela, a lo que «Cambray le dice que, si necesita algo que se lo diga con la influencia que pueda tener».
Gonzàlez-Cambray y Contreras están investigados en esta causa por los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y tráfico de influencias.