Llega esa fiesta en la que los niños pasan por cada casa pidiendo caramelos, y si no se los das, te arriesgas a que llenen tu casa de papel higiénico o a alguna gamberrada diferente. No es casual que muchos decidan dejar sus casas vacías en Halloween para evitar altercados y acudir a algún que otro restaurante para pasar la noche y disfrutar de una buena velada. Miedo, puede, pero hambre no pasarás en estos restaurantes madrileños que han plantado cara al coronavirus para seguir ofreciendo un servicio diferente.
Algunos se dedican a hacer elaborados postres con calabazas o cualquier otro elemento que te deje claro que es Halloween. Otros directamente decoran prácticamente todo el local como si estuvieras en la peor de tus pesadillas. Pero todos buscan que la experiencia del cliente sea la mejor, y más en tiempos en los que parece que el Gobierno señala a los hosteleros como los causantes de toda la pandemia. Por eso, te decimos los mejores tres restaurantes en los que pasar la noche de Halloween acompañado de un plato que da miedo, pero por lo bueno que está.
CANDELA MADRID
Si hay un restaurante que ha llamado la atención a todos ha sido Candela Madrid. Tiene poco tiempo de vida pero ya se ha ganado el cariño y el afecto de todos y cada uno de los vecinos que se han aventurado al local situado en la calle Uruguay 1 de Madrid. Son dos plantas y dispone de varios reservados para quien quiera intimidad. Si no es así, también cuenta con terraza y con una zona de barra donde socializar con la mejor comida de acompañante.
Ahora, la apuesta de este restaurante ha sido más arriesgada y ha optado por intentar meter miedo con el postre a todos sus clientes. Miedo, porque te pondrán un plato que te llamará la atención por lo bueno que está (además de aderezado con motivos de Halloween) y especialmente porque cuando te esperes que aparezca el camarero con la dolorosa, te dirá directamente que te invita. Sí, has oído bien. Candela Madrid invitará al postre a quienes crucen sus puertas y se peguen la mejor comilona de, al menos, la semana. No queremos ser excesivamente ambiciosos.
