Los cuatro diputados del PDeCAT en el Congreso no presentarán una enmienda a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), con lo que quieren que se tramiten para poder negociarlos con el Gobierno de Pedro Sánchez porque son «muy mejorables».
Así lo ha explicado este lunes en rueda de prensa telemática el portavoz del PDeCAT en el Congreso, Ferran Bel, que considera que hay «mucho margen de mejora» en las cuentas, por lo que si ahora se llevaran a votación no podrían apoyarlos, tampoco con una abstención.
Sin embargo, defiende que en plena crisis sanitaria, y las consecuencias económicas y sociales que se derivan de ella, sería «una irresponsabilidad intentar boicotear de entrada» los PGE.
Tras haber abierto un canal inicial de conversaciones con el Gobierno, Bel ha asegurado que ven en el PSOE y Unidas Podemos voluntad de quererlos negociar, «a diferencia de otras ocasiones» como en la anterior legislatura de Sánchez.
Al margen de lo que hagan los cuatro diputados de JxCat, con los que comparten grupo, ha defendido que desde el PDeCAT quieran defender su «criterio» ante la posibilidad de que éstos sí presenten una enmienda a la totalidad a las cuentas.
Al preguntársele si funcionarán como subgrupo en el Grupo Plural, en el que conviven con JxCat y otras formaciones, Bel ha respondido que así lo harán en los temas en los que discrepen, y ha añadido: «En otros temas no tendría que ser así si somos capaces de solucionar los problemas de funcionamiento que tenemos pendientes».
Para Bel, la opción del PDeCAT pasa por permitir que la tramitación de los PGE llegue hasta el final, y decidir entonces la posición de su formación cuando tengan «una foto final» del contenido presupuestario.
Tras advertir de que en la negociación intentarán lograr más recursos, inversiones y medidas que favorezcan a los catalanes, y más en plena pandemia, no ha aclarado qué debería pasar para que el PDeCAT avalara los PGE en la votación final.
FONDO PARA EL MUNDO LOCAL
Sí que ha reclamado al Gobierno que resuelva esta semana la creación de un fondo de 3.000 millones de euros para que los ayuntamientos y el mundo local pueda afrontar los gastos extraordinarios generados por la pandemia, y que se distribuya en base a criterios de población.
Según Bel, es una cuestión a la que el Ejecutivo central se había comprometido, y que permitiría encarar «con mayores posibilidades de éxito» la negociación presupuestaria.