Abascal y Trump: los populismos juegan las mismas cartas

Las elecciones en Estados Unidos siguen sin arrojar un ganador claro. Mientras Joe Biden se aferra al conteo de todos y cada uno de los votos emitidos, Trump ya ha avisado que se considera ganador y que no considera válidos los votos emitidos por correo. Si todo sigue igual, es muy probable que no se conozca ni siquiera hoy quién será el nuevo presidente de los Estados Unidos de América. Con sus últimas declaraciones en Twitter y en rueda de prensa, Trump sienta un mal precedente para todos aquellos que en la extrema derecha (o en la extrema izquierda), siguen sus pasos y lo toman como referencia: atacar la legitimidad del voto. Aquí en España, Vox, a través de sus grandes espadas mediáticos, no ha dudado en utilizar de nuevo la coletilla de manipulación que ha venido utilizando el candidato republicano. Santiago Abascal no ha dudado en atacar a las encuestas y a los medios de manipulación: «Sea cual sea el desenlace de las elecciones americanas, de nuevo podemos constatar la ignorancia y la manipulación de medios, politólogos, encuestadores y opinadores. Otra vez han quedado sus mentiras al descubierto. Trump puede sentirse ganador, por seguir en pie contra todos».

Lo más llamativo es que lo ha hecho como respuesta sobre una publicación de una periodista en la que muestra un grafismo sobre la evolución del liberalismo y el populismo, donde VOX ha alcanzado un nivel de 0,75 en una escala donde el máximo es el 1, muy cercano al nivel de Trump y el Frente Nacional de Le Pen, con quien siempre se han mostrado muy cercanos.

VOX SE APUNTA AL DISCURSO DE TRUMP DE FRAUDE ELECTORAL

A lo largo del día, algunos diputados y afines a Vox se han hecho eco de las proclamas de Donald Trump sobre la validez de los votos por correo y la posibilidad de que exista fraude electoral.

También el polémico Hermann Tersch ha metido baza, esta vez alabando el estoicismo trumpiano.

ABASCAL, TRUMP Y LA VENTANA DE OVERTON

Que existe un cierto paralelismo entre las estrategias de Abascal y Trump es más que evidente. Ambos utilizan una dialéctica enfocada a los sentimientos y las emociones, a lo que en marketing llaman los puntos de dolor. Utilizan argumentos falaces para convencer a sus votantes -y solo a ellos, pues su máxima aspiración como punto para aferrarse a sus respectivas cuotas de poder es afianzar sus bases-, de que son coherentes, aunque no lo sean. Desde la ciencia política se sabe que cualquier líder político puede forzar a la opinión pública a aceptar lo inaceptable blanqueando el tema. Trump se ha mostrado con un hábil maestro en estas lides, y Vox y Abascal siguen su estela, con, de momento, gran éxito.

Especialmente en los temas que son tabú para la sociedad española: aborto, eutanasia, vientres de alquiler… en los que se estira hasta el máximo socialmente permitido en el debate político, con argumentos al filo de lo defendible. De esta forma, se convierten en parte del debate y comienzan a ser asimilados por la misma sociedad que los defenestró.

A esto se le conoce como la Ventana de Overton, ideas que la dialéctica populista arrastra desde la radicalidad a lo tolerable, y de ahí, afianza su juego para llegar a convencer a los suyos de que son sensatas y necesarias.

TRUMP, ¿ESE EJEMPLO?

¿Cómo lo ha conseguido Donald Trump? A través de temas que aquí también ha utilizado Abascal como la expulsión de los migrantes, por poner un ejemplo. Desde los primeros ataques en Europa, Trump ha apuntado a la inmigración como origen del mal, algo que, por supuesto, también hemos visto en Vox.

La tercera pata de esta tormenta perfecta la aportan los datos. Por desgracia, estamos asistiendo a la constatación de cómo algo empírico también puede ser manipulado, en todas sus acepciones, con diferentes fines (algo que nos exclusivo de los populismo radicales, ojo, de uno y otro lado).

A LA CAZA DEL NUESTRO

¿Cómo se explica el resultado electoral de Trump? ¿Difiere mucho de la base de Abascal? Lo cierto es que no: en ambos casos hemos asistido a cómo todos y cada uno de los mensajes lanzados no buscan convencer sino a las bases. Afianzar los apoyos para asegurarse que cuenta con ellos incondicionalmente. Hagan lo que hagan. Consigan lo que consigan. Aquí Anna Bosch, enviada especial de RTVE para cubrir las elecciones, lo explica claramente: «Está en juego la pasión por Trump»

En lo que, de momento gana Trump por goleada al líder de Vox es en su influencia y poder sobre la prensa. Mientras que Trump ha hecho de sus intervenciones contra la prensa una marca de la casa, Abascal, de momento, se ha limitado a prohibir la asistencia a sus actos de algunos medios. De momento.