Más de 2.000 militares formados como rastreadores para combatir la expansión del coronavirus operan ya en las comunidades autónomas como respuesta a la oferta que realizó el Gobierno para la colaboración de las Fuerzas Armadas dentro de la ‘Operación Baluarte’.
En total, este jueves se alcanzó la cifra de 2.063 rastreadores militares operativos. Es un 32 por ciento del total de efectivos de las Fuerzas Armadas formados para poder realizar esta labor de lucha contra el Covid-19.
En total, la subsecretaria de Defensa, Amparo Valcarce, reveló este jueves ante la Comisión de Defensa que se ha formado a 6.436 efectivos en el Ministerio de Defensa como rastreadores, mediante el Sistema de Enseñanza Militar, para su integración en las Unidades de Vigilancia Epidemiológica, abarcando todo el territorio nacional.
Los últimos militares en sumarse a las labores de rastreo han sido los que esta semana fueron activados en Andalucía, Valencia y Castilla y León de varias secciones epidemiológicas que estaban ya en fase de integración con sus sistemas informáticos.
Tras estas nuevas incorporaciones, Castilla y León es la comunidad que más rastreadores militares ha activado con un total de 360, según datos del Departamento dirigido por Margarita Robles.
Le siguen Valencia con 312, Andalucía con 210, Galicia con 190, Madrid con 150, Castilla-La Mancha con 141, Murcia con 110, Baleares con 107, Asturias con 90, Aragón con 88, Cantabria con 64, Extremadura con 60, Navarra con 43, Ceuta con 40, Melilla con 37, Canarias con 31 y la Rioja con 30.
Cataluña y Euskadi son las únicas autonomías que han decidido no solicitar esta colaboración de las Fuerzas Armadas para incorporar rastreadores militares a sus servicios autonómicos.
En esta segunda ola de coronavirus, la labor de los militares se está centrando en esta función de rastreo y en desinfecciones en distintas infraestructuras o servicios esenciales, sobre todo en la Comunidad de Madrid.