Schweppes: el gran apoyo de la hostelería en su peor momento

  • 'Early bird' es una medida para incentivar el consumo en la franja inmediatamente anterior al almuerzo o la cena, con descuentos sobre el precio de carta o incluso menús cortos especiales.
  • Los principales grupos de comunicación de España se han sumado a esta iniciativa.
  • Schweppes apoya a la hostelería en su momento más duro.

  • El coronavirus ha trastocado el ritmo de la humanidad y sus costumbres más arraigadas. Si el año pasado nos hubiesen dicho lo que iba a suceder habríamos mirado incrédulos a nuestro interlocutor. A estas alturas del partido ya nada parece sorprendernos y aceptamos, a regañadientes, lo que venga. Por ejemplo, cenar pronto. Al más puro estilo inglés. Consecuencia directa de las restricciones horarias impuestas a la hostelería, nos hemos visto obligados a regenerar de una de nuestras señas de identidad. Para aportar su granito de arena y que el sector hostelero no se vea tan perjudicado, Schweppes trae a España la costumbre anglosajona early bird, que define a esa persona que acostumbra cenar antes de lo habitual. Así, en los locales de países como Irlanda o Inglaterra, las ofertas en horario early bird son un reclamo habitual para incentivar el consumo en la franja inmediatamente anterior al almuerzo o la cena, y se observan en descuentos sobre el precio de carta o incluso en menús cortos especiales.

    Muchos de los principales grupos de comunicación de nuestro país se han sumado a esta tendencia , entre ellos el Grupo Larrumba, Grupo el Paraguas, Grupo Arzábal, Grupo la Máquina, El Mordisco, Ramses y Grupo Oter. Todos ellos ya han adaptado sus horarios y servicios para acoger la nueva demanda, y ofrecen formatos pensados para abrir el apetito a las 20:00 horas o incluso antes, y para acompañar con cualquiera de las referencias de las gamas Premium u Original de Schweppes, ya sea mezcladas o en un refresco bien preparado.

    Acompaña esta iniciativa una campaña exterior y digital firmada por la agencia creativa La Despensa y de la que ya se está hablando en las calles, que trata de llamar la atención de nuestros países vecinos a través de titulares desplegados en lonas ubicadas en algunas de las avenidas más concurridas de Madrid —la primera de ellas, sita en Santa Engracia con Alonso Cano reza: ‘Queridos ingleses: aceptamos calcetines con sandalias si nos enseñáis a cenar a las ocho’—, en los que también se establece un pacto: que nos enseñen sus trucos para cenar más pronto a cambio de todas las cosas buenas que podemos ofrecerles.

    Así es como Schweppes, que hace años ya vaticinó la apuesta por el consumo de día —donde encaja mejor el trago solo, sin mezclar, aquel que se saborea tranquilo—, apoya a la hostelería en un momento de redefinición las reglas del ocio y defiende ese tempraneo que se nos impone, pero del que no tardaremos en ver los beneficios: porque nos cundirá más el día, porque descansaremos más y porque, tirando de refranero popular, ‘A quien madruga, dios le ayuda’.