Froilán, el nieto mayor del Rey emérito, a quien sus allegados llaman cariñosamente Pipe, está acaparando la atención de los medios en los últimos días. La Casa Real no deja de ser noticia y la mayoría de las veces por nada bueno. Su papel en la sociedad española les pone en el ojo de mira como ejemplo a seguir, y todos sus comportamientos son analizados con lupa. Sin embargo, distan mucho de mostrar una moral ejemplarizante o, ni tan siquiera, un civismo básico para la convivencia en el respeto. Al fin y al cabo son humanos, y años y años de impunidad e inviolabilidad, les ha hecho olvidarse que se deben a su pueblo, aunque esto requiera reprimir su faceta más mundana.
1UN AÑO DE ESCÁNDALOS Y CORRUPCIÓN
El 2020 está siendo un año de pesadilla para la Corona de España, hasta tal punto que para ellos la pandemia de coronavirus está siendo una preocupación secundaria. El Rey emérito Juan Carlos I lleva varios meses en el exilio por sus turbios asuntos con Corinna, comisiones de Arabia Saudí, desvíos de fondos y regalos millonarios hechos con fondos públicos. Por si fuera poco, en los últimos días se ha destapado un nuevo escándalo por unas tarjetas blacks utilizadas por varios miembros de la Familia Real, incluyendo a la reina Sofía de Grecia, y que la Fiscalía Anticorrupción está investigando.