Los complejos franquistas de la derecha española le llevan a buscar en poder a través del centro, maná que normalmente acaba confiando en el PSOE al verse obligados por el trampantojo conservador de turno (el búnker, el 23F, la AP de Fraga o el Partido Popular del primer Aznar).
Jorge Vestrynge, exnúmero dos de Alianza Popular (antiguo PP), explicó hace unos días en el programa ‘En la frontera’ de Público TV que ellos miraban que no hubiera «nada a nuestra derecha para buscar el centro antes de las elecciones».
El problema, según Vestrynge (hoy cercano a Podemos a pesar de su discurso sobre la inmigración), es que al PP le ha salido un puntal en la derecha que no tiene visos de esfumarse con facilidad, Vox, con el que Pablo Casado acaba de romper.
Viaje al centro con Manuel Fraga, que intentó hacerse perdonar por su lúgubre pasado
Manuel Fraga intentó aprovechar la implosión de la UCD para consolidarse como la alternativa conservadora a Felipe González. El gallego intentó hacer olvidar que AP fue fundada por siete exministros de Franco con un viaje al centro que acabó en la nada.
El techo para Fraga era muy bajo y esta situación le obligó cerrar su vida política en su Galicia natal par dejar paso a una nueva generación de políticos sin pasado franquista que intentaran derribar al todopoderoso PSOE de Felipe González.
José María Aznar y un «viaje al centro de la nada» del Partido Popular, que acabó siendo un viaje a La Moncloa
José María Aznar se ‘afeitó’ sus posiciones más conservadoras para intentar asaltar La Moncloa. El líder de la oposición olvidó sus loas anticonstitucionalistas de su adolescencia para presentarse como un candidato europeísta y presuntamente liberal (hecho que enfadó a Federico Jiménez Losantos, que denunció su «viaje al centro de la nada»).
Aznar tuvo que pactar con formaciones como UPN y el PAR para superar al fin al PSOE en 1996, año en el que se convirtió en presidente del Gobierno tras pactar con Jordi Pujol (al que sus seguidores le gritaban «enano» y le pedían que hablase «castellano»).
Rajoy rebajó la crispación del Partido Popular a partir del año 2008
Mariano Rajoy rebajó la crispación que emprendió el PP tras el triunfo del PSOE en 2004. El de Pontevedra había hecho ruido con la investigación del 11M, la Ley de matrimonio homosexual o la negociación entre José Luis Rodríguez Zapatero y ETA.
Tras la derrota del PP en 2008, Rajoy se deshizo de Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, rompió sus alianzas mediáticas con Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez y con la ayuda del sociólogo de Pedro Arriola alcanzaría La Moncloa con su viaje al centro.
Pablo Casado busca el centro político tras romper con Cayetana Álvarez de Toledo
El triunfo de Casado frente a la centrista Soraya Sáenz de Santamaría le llevó a pensar al palentino que debía beber de las escencias del aznarismo y el aguirrismo para buscar la derecha más ultraliberal junto a Cayetana Álvarez de Toledo.
Pero el doble revés electoral en las generales de 2019 y las pésimas perspectivas electorales de 2020 han obligado a Casado a buscar el centro con voces más mesuradas como las de las ‘marianistas’ Cuca Gamarra o Ana Pastor.
Ruptura con Vox
El PP quiere alejarse de Vox para acabar de digerir Ciudadanos y hegemonizar un centro-derecha que pretenden conformar junto a Pablo Casado, que quiere convertirse en alternativa definitiva a Pedro Sánchez.
Para ello Casado debe dejar atrás en las urnas a Vox, que intentó convertirse alternativa al PP a través de una moción de censura que acabó con palos políticos y mediáticos para Santiago Abascal, que todavía sueña con el sorpasso.