La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, no ha entrado a valorar la agenda que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, mantuvo como líder de Podemos aprovechando su viaje a Bolivia junto al Rey Felipe VI y se ha limitado a decir que Iglesias y la ministra de Arancha González Laya fueron los encargados de cumplir la «obligación constitucional» de acompañar al jefe de Estado.
Montero ha zanjado así el asunto este martes, preguntada en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros por la actividad de Iglesias en La Paz, donde formó parte de la delegación española en la toma de posesión del nuevo presidente, Luis Arce.
Iglesias acompañó al Rey en todas sus reuniones, igual que la ministra de Exteriores, pero también se reunió con el candidato ‘correísta’ en las próximas elecciones en Ecuador, Andrés Arauz y con la peruana Verónica Mendoza. Y, junto al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, impulsó una «Declaración de La Paz» contra el «golpismo de la ultraderecha».
Sin embargo, la portavoz del Ejecutivo ha subrayado que Iglesias ya «ha dado cuenta» de este asunto y que el Gobierno no tiene nada que añadir a lo que ya ha comentado el también líder del partido morado.
Montero ha subrayado que el Gobierno «cumple con sus obligaciones constitucionales de acompañamiento» al jefe del Estado en sus salidas al extranjero. En esta ocasión, ha abundado, además de la titular de Exteriores, quien le acompaña «habitualmente» ha formado también parte de la delegación el vicepresidente de Derechos Sociales.
«Hay poco más que añadir respecto a esta cuestión y, sobre las demás cuestiones que como líder político que como haya tenido (Iglesias) en ese viaje, él ya ha dado cuenta a lo largo de estos días, el Gobierno no lo ha revisado ni valorado en el Consejo de Ministros y hay poco más que añadir», ha zanjado.