El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha defendido una Euskadi con memoria, en la que los jóvenes sepan que ETA mató, persiguió, secuestró, amenazó y extorsionó «por pensar diferente», y causó más de 850 víctimas mortales, pero también que hubo «otros terrorismos y vulneraciones de derechos humanos que se produjeron al amparo de estamentos del Estado». Además, ha afirmado que la memoria es «un reto de país», y ha reiterado la necesidad de «reconocer el daño injusto causado» y de comprometerse con los principios éticos.
El Gobierno Vasco ha convocado este martes en la sede del Instituto Gogora, en Bilbao, el acto oficial del ‘Día de la Memoria’, bajo el lema: ‘Atzera begiratu, Aurrera jarraitzeko/Mirar hacia atrás, para seguir adelante’.
Durante la conmemoración, la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, ha dado la palabra a dos jóvenes, Ainhize San Andrés y Joanes Atxa, de 20 y 21 años de edad, que han compartido su reflexión sobre la necesidad de conocer el sufrimiento padecido por las víctimas del terrorismo y la violencia en la historia reciente en Euskadi.
Posteriormente, ha intervenido el Lehendakari, que ha iniciado su discurso apelando al lema ‘Mirar hacia atrás, para seguir adelante’. «Somos y queremos ser un país con memoria», ha asegurado Iñigo Urkullu.
Para el presidente del Ejecutivo Vasco, «la Euskadi del presente y del futuro solo pueden ser una Euskadi con Memoria del pasado», y ha precisado que esa es la misión de Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, «un espacio abierto para construir y promover una política pública de memoria compartida».
Iñigo Urkullu ha asegurado que esta política de memoria «es un reto de país» y los jóvenes «tienen el derecho y también el deber de conocer, de saber que en este país se mató por pensar diferente, que existió el terrorismo de ETA y que provocó más de 850 víctimas mortales». «Aquí ETA persiguió, secuestró, amenazó y extorsionó», ha destacado.
No obstante, ha subrayado que también tienen «derecho a saber que hubo otros terrorismos y vulneraciones de derechos humanos que se produjeron al amparo de estamentos del Estado». En este sentido, ha defendido el derecho de la juventud a conocer, a participar y a aportar su visión.
Tras recordar que este 10 de noviembre cuenta con la participación y el testimonio directo de la juventud, ha señalado que aprecia su reflexión y su testimonio «propio, no contaminado, limpio, nuevo». Por ello, ha destacado «el fondo y la forma de su testimonio», en el que ha emplazado a «‘no politizar, no manipular a las víctimas; poner rostro al sufrimiento, escuchar, empatizar; diálogo entre diferentes, acuerdo; perdón, diversidad, valores humanos, paz, futuro».
Urkullu ha asegurado que «son palabras de futuro» y suponen «el camino y la dirección». «Son palabras que representan una mirada renovada al pasado. Son los principios y valores sobre los que asentar la Euskadi del presente y del futuro», ha aseverado.
RECONOCIMIENTO DEL DAÑO INJUSTO
El Lehendakari ha vuelto a insistir en que «es necesario el reconocimiento del daño injusto causado, el compromiso con los principios éticos y la defensa de los derechos humanos». «Los jóvenes nos ofrecen una mirada crítica y autocrítica, una mirada con voluntad de aprender para no repetir los errores del pasado, una mirada cercana, inclusiva, empática, abierta, de gran angular, incluyendo las experiencias, el sufrimiento, el dolor de todas y todos», ha remarcado.
En su opinión, se trata de «una mirada compartida para un bien común: la convivencia», abogando por la deslegitimación de «la sinrazón de la violencia», y el respeto y la promoción de los derechos humanos de todas las personas. «Ese es el desafío: una Euskadi con futuro, con memoria», ha concluido.
LAS VÍCTIMAS EN LAS AULAS
Los jóvenes Ainhize San Andrés y Joanes Atxa, que han participado en la conmemoración, participaron durante su etapa de educación secundaria en el programa Adi-Adian del Gobierno Vasco, programa que traslada el testimonio de víctimas del terrorismo y la violencia en los centros de educación.
Ainhize ha recordado que fueron «unos testimonios realmente conmovedores, de los que remueven las entrañas de arriba abajo y ponen los pelos de punta». En este sentido, se ha dirigido a las víctimas para apuntar: «es realmente admirable la resiliencia con la que atajasteis aquella situación, la naturalidad con la que narráis aquellos hechos desgarradores y la paz que transmite vuestra mirada».
Para Joanes, este programa educativo le ha permitido participar, desde dentro, «en la construcción de la memoria y es un progreso para la concienciación de los jóvenes».
También han estado presentes en el acto institucional, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, el vicelehendakari Primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, la vicelehendakari Segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, José Antonio Rodríguez, y la directora de Víctimas y Derechos Humanos, Monika Hernando.
Debido a la pandemia derivada de la Covid-19, el formato ha sido más reducido, y ha limitado la presencia de víctimas del terrorismo y la violencia, como suele ser habitual.