Durante la primera jornada del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra los tres acusados de formar parte de la célula yihadista que atentó en Cataluña el 17 de agosto de 2017, se han proyectado dos vídeos hasta ahora inéditos en los que se puede ver a los terroristas preparando cinturones explosivos días antes del ataque. «Alá nos ha elegido entre millones de hombres para haceros llorar sangre», dice uno de ellos durante la grabación.
Según declaró en instrucción Mohamed Houli Chemlal, uno de los tres acusados, él es quien graba los vídeos en la vivienda de Alcanár (Tarragona) donde se preparaban los explosivos para atentar en Barcelona. En los mismos, mientras Mohamed Hichamy, Youssef Aalla y Younes Abouyaqooub rellenan cartuchos caseros y los plastifican para luego adherirlos a cinturones, miran a cámara y explican que esos explosivos van «dirigidos a los enemigos de dios».
Cabe recordar que Hichamy y Aalla fueron abatidos por los mossos en el paseo marítimo de Cambrils tras el atropello que perpetraron en la noche del 18 de agosto de 2017, mientras que Younes Abouyaqooub fue el autor del atropello de las Ramblas, donde accedió al paseo central a gran velocidad en una furgoneta de alquiler y fue a por todos los viandantes que encontró a su paso durante unos 800 metros.
«Esperad esperad, aquí os esperaremos. Que miren como van a sufrir», dice uno de ellos en tono amenazante mientras otro mezclando el español con el árabe señala que lo hacen para que sepan «que el musulmán tiene la dignidad y la fuerza con el poder de dios». «Vosotros queréis la vida, a nosotros Alá nos ha elegido entre millones de hombres para haceros llorar sangre», indica otro, para acto seguido decir a cámara que dios les promete «el paraíso» mientras que a ellos –a los que van dirigidos los explosivos– «el infierno».
MENSAJE A LOS MOSSOS
A lo largo de los pocos minutos de grabación, en una escena que parece orquestada para convertirse en testimonio a futuro de lo que pretendían perpetrar en Barcelona, el yihadista que hace las veces de cámara (Houli) va enfocando a los tres compañeros mientras estos se afanan sentados en el suelo o sobre colchones en rellenar los diferentes cartuchos. «Venid y mirad lo que tenemos preparado para vosotros, os vais a arrepentir de haber nacido, sobre todo vosotros Mossos d’Esquadra», dice uno de ellos entre risas del resto.
En un momento dado del primero de los vídeos, el cámara se aleja del grupo y mientras dice que «dios es el más grande» abre la puerta de otra habitación en la que el suelo aparece repleto de una sustancia blanca, aparentemente el explosivo que usan para rellenar los chalecos bomba. «Esto nos abrirá las puertas del paraíso», dice mientras hace un ‘paneo’ de la habitación.
Tras este primer corte de vídeo, los yihadistas graban un segundo en el que de modo didáctico explican a cámara lo que les ha costado fabricar esos explosivos. «Esto no cuesta nada de hacer, solo hace falta tener fe en dios, y tener un odio a estos ‘kufa’ exagerado», dice uno, para añadir que por cada chaleco explosivo se ha gastado entre 15 y 20 euros.
Otro de ellos enseña un explosivo y apunta que es «una granada de mano improvisada pero que hace su trabajo», y comenta que desconoce el precio porque la ha fabricado en el trabajo. «Con vuestro dinero nos preparamos para mataros», señala, para añadir que «cada grano de hierro se meterá en vuestra cabeza, y en la de vuestras mujeres e hijos con el permiso de dios».
«ESTO HACE BOOM»
En un tercer vídeo se observa a otro de ellos colocándose el cinturón de explosivos del que sale un cable al interruptor que mantiene sonriente en la mano. Cuando el cámara le pregunta qué hace eso, él responde, «esto hace boom». Houli le responde que le queda «hasta bien».
Tras estos vídeos, que han sido proyectados a petición del Ministerio Fiscal después de que Houli se haya negado a declarar, también se han visionado fotografías que al igual que los vídeos fueron encontradas en el registro de Alcanar. En ellas se ven las bombonas de butano apiladas, terroristas manipulando sustancias, etc.
La fiscal de hecho ha solicitado la proyección de las mismas junto con la declaración en instrucción de Houli para demostrar que el acusado incurría en contradicciones. El acusado declaró en su día que grabó esos vídeos por que así le dijeron que lo hiciera, que lo hacía después de haber comido algo que le dejaba «relajado».
