La Real Sociedad Canina pide que la ‘Ley Celaá’ incluya la asignatura de ‘Educación animal’

La Real Sociedad Caniina de España (RSCE) ha pedido al Gobierno que incluya en la nueva ley de Educación que se vota este jueves y que ya se conoce como ‘Ley Celaá’ que incluya una asignatura de ‘Educación Animal’ en la que se enseñe a los alumnos cultura animal que persiga la erradicación del maltrato así como frenar los abandonos de animales.

La organización destaca que durante el confinamiento de la primera ola del COVID-19 crecieron un 25 por ciento, con unos 2.000 animales abandonados a su suerte. Por ello, reclama asimismo una normativa más ambiciosa, que junto con la asignatura ‘Educación animal’ promueva el respeto a los animales como uno de los fines del sistema educativo y reconozca su derecho como seres vivos.

En ese contexto, recuerda que este concepto ya aparecía en la LOE que sigue vigente, pero que no se ha traducido en medidas o aportaciones curriculares concretas desde su entrada en vigor en 2006.

Además, a la asociación la temática de ‘Educación animal’ debería estar desligada de la asignatura Educación en Valores Cívicos donde la LOMLOE quiere incluir el respeto animal, e impartirse de forma independiente en una materia en la que no solo se enseñara lo básico sobre los animales, sino que se profundizara en su morfología, anatomía, historia y evolución de las razas, cultura y ciencia.

Este es el modo más adecuado para la RSCE de generar esa empatía que busca la Ley Celaá y que la Canina valora positivamente, al ser la primera vez que el sistema de enseñanza reconoce estos preceptos.

En esa línea, la Real Sociedad Canina Española ha lanzado su propuesta ‘El perro llega al cole’ que busca introducir la figura canina en las aulas y que los alumnos conozcan en primera persona con la presencia de un perro en clase para que los alumnos puedan tener un contacto pleno con un animal.

El presidente de la Real Sociedad Canina Española, Julián Hernández, considera que «la intención de la LOMLOE es buena» pero se debe ir un paso más allá. «Si queremos de verdad convertirnos en referentes en cuanto a derechos de los animales y en ejemplo social. Las intenciones quedan muy bien sobre el papel, pero es papel mojado si no se llevan a la acción de una forma realista y eficaz», concluye.