Los diputados de Vox en el Parlamento andaluz han abandonado este jueves sus escaños durante la sesión de control al gobierno después de que la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, haya acusado al presidente de la Junta, Juanma Moreno, de haber pactado el proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2021 «con los herederos del franquismo».
Las palabras de Susana Díaz han provocado la reacción airada del portavoz parlamentario de Vox, Alejandro Hernández, que ha intentado sin éxito tomar la palabra desde su escaño para replicar a esta referencia a su grupo sin esperar a que finalizase la intervención de la líder socialista, algo que no le ha permitido la presidenta de la Cámara, Marta Bosquet (Cs).
Ante esta situación, Hernández se ha levantado de su escaño protestando visiblemente contrariado –se le ha escuchado exclamar «A la porra»– y ha abandonado el Pleno de la Cámara junto al resto de diputados del grupo parlamentario Vox. Este episodio se produce un día después del acuerdo suscrito por PP y Ciudadanos (Cs) con Vox para desbloquear a la aprobación de los Presupuestos de la Junta para el próximo año.
El enfrentamiento verbal se ha iniciado después de que el presidente de la Junta aludiera en su intervención al Presupuesto que el Gobierno de Pedro Sánchez «ha pactado con Bildu», a lo que Susana Díaz ha replicado señalando que «el PP, cuando no gobierna, dinamita las instituciones y pierde la memoria», tras lo que ha repasado titulares de prensa que recordaban, por ejemplo, el «diálogo» del Gobierno de José María Aznar con ETA.
Tras ello, la dirigente socialista ha aseverado que Pedro Sánchez «no ha pactado con Otegui, pero usted (Juanma Moreno) sí se ha abrazado a los herederos del franquismo en Andalucía», haciendo así alusión al pacto del Gobierno de PP-A y Cs con Vox para los Presupuestos andaluces, lo que ha desencadenado las referidas protestas de Alejandro Hernández.
Moreno ha respondido manifestando que resulta «difícil reconocer» a la actual Susana Díaz respecto a la de la anterior legislatura, cuando era presidenta de la Junta, y ha agregado que le «cuesta mucho trabajo» que la dirigente socialista, «con las cosas que ha dicho, acepte, por sumisión o supervivencia política, la relación de Bildu con el Gobierno de la nación».
En esa línea, el presidente andaluz y del PP-A ha enfatizado que los miembros de Bildu «son herederos de ETA» que «siguen sin condenar la violencia y el terrorismo», y sus alcaldes están «alentando en contra de las víctimas». Ha agregado que Susana Díaz «debería conocer mejor que nadie que si hubo una comunidad autónoma que pagó un alto precio en sangre» por los atentados de ETA fue Andalucía, porque «muchos de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que mataron los terroristas eran andaluces».
Además, Moreno ha espetado a Susana Díaz que, «por dignidad» y por «la memoria de los propios socialistas, debería condenar de manera palmaria que un partido heredero de ETA apoye al Gobierno de Sánchez y de Navarra», al tiempo que ha puesto de relieve que el Gobierno socialista ha pactado con Bildu «sin necesidad, porque podía haber acordado con Cs».
«¿A qué viene ese insulto a la memoria y la dignidad de muchos andaluces y españoles por parte del PSOE al que ahora apoya con vehemencia y sumisión?», le ha preguntado Moreno a Susana Díaz, a quien, además, ha animado a oír lo que han dicho sobre la relación del Gobierno con Bildu presidentes socialistas como el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, o «históricos» socialistas como Alfonso Guerra, que ha puesto «voz a muchos militantes» socialistas «de buena fe que no pueden entenderlo».
Tras este intercambio dialéctico, Susana Díaz ha atendido a los medios fuera del Salón de Plenos y ha subrayado que partidos como Vox «vienen a las instituciones a crispar, a enfrentar, a insultar, a dividir», y el actual Gobierno andaluz «está ahí porque le debe los votos» a dicho partido. Ha lamentado que, al contrario que en «otras democracias europeas», donde «a este tipo de partidos de ultraderecha se les aísla», en Andalucía «se le ha sentado en el puente de mandos de las cuentas» públicas y «se le ha entregado las instituciones de Andalucía».
La líder del PSOE-A ha reconocido que los parlamentarios de Vox «son representantes de los ciudadanos» y, por tanto, «tienen derecho a estar en las Cámaras», pero ha insistido en que «lo que traen es odio, enfrentamiento, rencor, crispación y dividir a una sociedad que lo que menos necesita son representantes como estos».
Ha agregado que, para quienes «amamos la política y nuestro país, que la ultraderecha esté en las instituciones para sembrar odio, enfrentamiento y rencor no va a ser algo con lo que vamos a comulgar». «Al contrario; vamos a seguir al lado de la gente», subrayando que «la ultraderecha no tiene cabida en nuestras instituciones» y no se les debe «entregar el futuro de los ciudadanos a quienes vienen a generar rencor entre los españoles», según ha concluido Susana Díaz.