domingo, 15 diciembre 2024

Exteriores insiste en que su política la fija el Ministerio, ante las críticas del PP

La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, ha remarcado este viernes que la política exterior de España la marca el Ministerio del que ella forma parte, ante los avisos del PP sobre las interferencias del vicepresidente Pablo Iglesias.

Durante una comparecencia en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado, el ‘popular’ Gonzalo Robles le ha dicho Gallach que se alegra «infinito» y espera que, efectivamente, la política la marque el Ministerio, pero ha advertido de que «los versos sueltos pueden dar muchos disgustos» y estropear asuntos en los que se lleva mucho tiempo trabajando.

A su juicio, Iglesias está interfiriendo en asuntos que no son de su competencia y que, además, tradicionalmente son objeto de consenso y puede generar en ellos «muchísima dificultad».

De hecho, al margen de las alusiones a Iglesias, en la primera comparecencia de Gallach en el Senado el ambiente ha sido de cooperación y el ‘popular’ ha asegurado que su partido no va a «romper el consenso en política exterior», pero ha pedido al Gobierno que tampoco se aparte de él.

Sus palabras han sido recibidas con una invitación del portavoz socialista, José Cepeda, a que el PP apoye los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y la secretaria de Estado se ha sumado.

Tanto Robles como Alberto Catalán, de UPN, han cargado duramente contra el papel de Iglesias en el viaje a Bolivia para asistir a la toma de posesión de Luis Arce, «firmando un manifiesto de parte y con socios que generan inquietud sobre los derechos humanos». En su intervención inicial, la secretaria de Estado se había referido al viaje a Bolivia como un «momento de gran diplomacia en todos los sentidos de la palabra».

Además, ha defendido que, en estos meses, el Gobierno ha dejado claro que es capaz de «hablar con todos» y, cuando hay problemas, «pasar mensajes y actuar». «En ningún momento dejamos de decir lo que pensamos y, además, actuamos», ha dicho, poniendo como prueba el hecho de que el nuevo enviado a Venezuela no tiene categoría de embajador sino de encargado de negocios, porque España no reconoce «el régimen de Nicolás Maduro».

No obstante, Gallach, aparte de dejar claro que la política la lidera Exteriores, no ha respondido a la pregunta del senador de UPN sobre si Iglesias firmó esa ‘Declaración de La Paz’ como vicepresidente.

Tampoco a si el Gobierno ha hecho algún encargo al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en relación con Venezuela, a los criterios para nombrar al nuevo embajador en Cuba o a por qué España no se suma a la denuncia contra Nicolás Maduro en el TPI, como quería saber Emilio Argüeso, de Ciudadanos.

Robles también ha advertido a Gallach de las declaraciones de Podemos sobre el Sáhara Occidental, «un tema extremadamente sensible en las relaciones con Marruecos y que tiene una implicación muy directa en las crisis migratorias».

Por otro lado, ante los bicentenarios de las independencias de México, Perú y Centroamérica, que se celebran en 2021, ha pedido al Gobierno que no afronte las efemérides, con «resignación ante las críticas» y aceptando una supuesta «culpa» por la conquista como vía para facilitar el acercamiento. Y es que, a su juicio, el argumento de «mirar al futuro» que esgrime Exteriores «supone dar por bueno», por ejemplo, la retirada de estatuas del legado español en la región.

Gallach, que ha apuntado que hace meses que han comenzado los contactos para preparar mensajes y enfoques conjuntos, ha señalado que España plantea la cita «como reflexión hacia el pasado pero sobre todo como reflexión conjunta volcada hacia el futuro» y ha asegurado a los senadores que el Gobierno defiende y pone en valor el legado español.