Cazada: Carmena cambia las magdalenas de Errejón por un estrella Michelín

La exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena ha cambiado las magdalenas que le daba a su compañero de partido y ahora líder de (otra vez) Más Madrid, Íñigo Errejón, por algo con un poquito más de glamour. En este caso, han cazado a la humilde exregidora de la capital pegándose una buena comilona en el restaurante Bolívar de Madrid. La foto «robada» se la han hecho a la alcaldesa este sábado, donde ha decidido ir a dar un paseo por el centro de la capital para pegarse una comilona en un conocido restaurante que goza de una estrella Michelín, nada menos. No es el Zalacaín, pero no se queda atrás.

El propio restaurante de la calle Manuela Malasaña presume de los buenos galardones con los que cuenta. Concretamente, son «campeones Concurso Alcorta Berasategui de la Comunidad de Madrid» y «Michelin Bib Gourmand Madrid 2019», casi nada. Esto se suma a las polémicas protagonizadas por personajes de la política como Juan Carlos Monedero, cuando fue cazado pegándose otra comilona en el lujoso restaurante Numa Pompilio del barrio de Salamanca tras criticar «los pijos en las terrazas». No es un caso tan «vergonzoso» como el de Monedero, dadas las circunstancias y las palabras del cofundador de Podemos, pero sí que ha resaltado alguna que otra crítica en las redes sociales.

El motivo de las críticas a la exalcaldesa viene motivado por su gestión en el pasado en la capital, especialmente porque puso en el punto de mira una cuestión que afectaba a las terrazas de los bares del barrio Salamanca. Concretamente, las del popular Callejón de Puigcerdà.  el consistorio de Manuela Carmena dio la orden de cierre para tres conocidos restaurantes de la zona: La Máquina, Los Gallos y Babelia. La policía acabó por acudir a los establecimientos con órdenes de cese, y clausuraron la actividad de los negocios.

El que fue entonces delegado de Desarrollo Urbano Sostenible de Madrid, José Manuel Calvo, insistió en que los locales del callejón de Puigcerdá «se han expandido de manera absoluta», y acabó por cerrarlos. En este caso sí les metió mano, según algunos, por motivos ideológicos, entre otras cosas. Pero para ir a comer a un estrella michelín, no hay problemas.