Fundadores de UPyD lamentan el «bochornoso» final del partido

Fundadores de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) asisten con «bochorno» al final que está teniendo esta formación política nacida en el año 2007 como respuesta al bipartidismo, mientras que sus actuales dirigentes niegan su disolución y preparan un recurso a la decisión judicial que ha declarado su extinción.

Como consecuencia de un enfrentamiento legal con la exeurodiputada Beatriz Becerra, que en su dia era empleada del partido, la magistrada del Juzgado de lo Mercantil n.º 9 de Madrid declaró la incapacidad de UPyD para hacer frente a sus deudas y su extinción como persona jurídica, además de ordenar la cancelación de su inscripción en el registro de partidos políticos.

Los fundadores del partido se desvincularon del proyecto hace ya varios años –Rosa Díez anunció su baja en febrero de 2016– y actualmente la formación está liderada por Cristiano Brown y mantiene una escasa representación institucional.

Carlos Martínez Gorriarán, ‘mano derecha’ de Rosa Díez durante toda su etapa al frente de UPyD, ha sido el más claro en mostrar públicamente su pesar por la deriva del partido. «Un final bochornoso para nuestro pequeño gran partido, convertido por algunos en agencia cutre de colocaciones a costa del capital político acumulado por otros», lamentó tras conocer la última decisión judicial.

DEBIÓ DISOLVERSE ANTES

Gorriarán cree que UPyD debería haberse disuelto «por voluntad propia» en los años 2015 o 2016, cuando perdió la mayor parte de sus representantes en las Cortes Generales, comunidades autónomas y ayuntamientos y «una vez comprobada la aniquilación» de su «espacio electoral».

Sin embargo, el que fuera diputado en el Congreso y responsable de Acción Política de la formación ‘magenta’ cree que eso era «demasiado complicado» de entender «para los tontos» y «mal negocio para quienes querían vivir del cuento».

Estas palabras han recibido el apoyo de otro de los mayores activos de UPyD durante sus ‘años dorados’, el abogado Andrés Herzog, que intentó reflotar el proyecto tras la dimisión de Rosa Díez pero también acabó pidiendo la disolución del partido.

«En vez de darle un entierro digno a un magnifico proyecto, como propuse, algunos optaron por esto, por una mezcla de infantilismo, estupidez y ambiciones cutres», ha lamentado Herzog en su cuenta de Twitter.

Quien no se ha pronunciado sobre la extinción de UPyD ha sido Rosa Díez, pese a que mantiene una intensa actividad política en redes sociales además de colaborar con diversos medios de comunicación. Frente a esto, durante los últimos días ha denunciado la «muerte» del PSOE. «A los muertos lo que hay que hacer es enterrarlos. Si los dejas por ahí pudrirse acaban contaminando», ha avisado, siempre en referencia al partido encabezado por Pedro Sánchez.

Cuando anunció su baja como militante en el año 2016, Rosa Díez sí que se mostró partidaria de dar un «final digno» a UPyD para evitar una «inexorable y dolorosa deriva», una vez que no era posible ser «un instrumento útil» para los ciudadanos tras los malos resultados cosechados en las últimas elecciones.

CRISTIANO BROWN: «ES UN PROYECTO NECESARIO»

Ahora la dirección de UPyD la encabeza Cristiano Brown, quien defiende que los objetivos del partido siguen siendo necesarios y confía en la viabilidad del proyecto. La formación ya ha anunciado que recurrirá la decisión judicial que declara su extinción y su voluntad de seguir adelante con el proyecto.

«España necesita una política de más calidad, protagonizada por personas con principios y vocación de servicio público, con sentido de Estado, con voluntad política para llevar a cabo reformas –ha sostenido Brown–. En UPyD nunca tiramos la toalla y seguiremos luchando por nuestro proyecto político».

El ahora líder de UPyD ocupó el número 11 en la lista de Ciudadanos a las últimas elecciones generales y ocuparía escaño en el Congreso en caso de una baja entre las filas ‘naranjas’. También gracias a su acuerdo con Ciudadanos, Maite Pagazaurtundua logró acta de eurodiputada en los comicios de mayo de 2019.

Precisamente Maite ‘Pagaza’ y una decena de concejales repartidos por diferentes municipios españoles son ahora los únicos cargos electos de la formación ‘magenta’.

LOS FUNDADORES, CADA UNO POR SU LADO

Mientras, el que fuera ‘núcleo duro’ de UPyD durante sus primeros años y sus diputados en el Congreso están lejos de las filas del partido y divididos en sus apoyos políticos. La propia Rosa Díez sorprendió en la última campaña electoral participando en un mitin del PP y pidiendo el voto para su candidato, Pablo Casado.

También mostró su apoyo a los ‘populares’ en esta campaña Martínez Gorriarán; mientras que Herzog no se manifestó abiertamente pero deja ver en las redes sociales que sigue fiel a la línea de su mentora política.

Tras la marcha de Díez, Gorriarán y Herzog, UPyD quedó en 2016 en manos de su diputado en el Parlamento Vasco, Gorka Maneiro. Una vez fuera del partido, Maneiro intentó impulsar una plataforma de izquierda no nacionalista bajo el nombre de ‘Ahora’ que no logró alzar el vuelo y anunció su disolución hace ya un año.

Desde entonces, Maneiro abogó por el voto en blanco en los comicios del 10 de noviembre en «ausencia» de una formación que promueva a la vez la protección de las políticas y derechos sociales y la unidad de España.

PSOE, CIUDADANOS Y SECTOR PRIVADO

El resto de diputados que representaron a UPyD en el Congreso también están actualmente divididos. Irene Lozano es presidenta del Consejo Superior de Deportes en el Gobierno de Pedro Sánchez; Toni Cantó es diputado de Ciudadanos en el Parlamento valenciano; y Álvaro Anchuelo, Rafael Calduch y Julio Lleonart han recuperado sus ocupaciones en la empresa privada y la universidad.

Además, una de las mayores caras visibles de UPyD desde su fundación, aunque nunca ha ocupado un cargo público, ha sido el filósofo Fernando Savater, quien sigue respaldando al partido magenta a la vez que ha pedido el voto para Ciudadanos o apoyado otras plataformas. Una de ellas fue la iniciativa que pedía la Alcaldía de Barcelona para el ex primer ministro francés Manuel Valls, que también tuvo la firma de otro miembro de la dirección de Rosa Díez, David Ortega, en su día portavoz en Madrid capital.