La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso ha aprobado este lunes una proposición no de ley (PNL) del PSOE que llama a «seguir potenciando y promoviendo el acceso a la lengua española y su cultura en el exterior», un texto ha contado con el apoyo de PSOE, Podemos, PP, y Ciudadanos pese a que tanto estos dos últimos como Vox han tachado a los socialistas de «cínicos» e «incoherentes» por presentarla después de hacer que «el castellano deje de ser lengua vehicular en la enseñanza».
La PNL pide al Gobierno que promocione el español a través del «fomento de las actividades de las entidades asociativas y culturales de las comunidades españolas, incluidas las ‘casas de España’ y otras entidades similares de carácter autonómico». También con la Plataforma Canoa impulsada por el Instituto Cervantes, negociando la incorporación al Convenio de otras instituciones iberoamericanas.
En segundo lugar, pide impulsar acuerdos de promoción de la lengua y la cultura españolas con países que no pertenezcan a la comunidad iberoamericana pero que tienen «importantes comunidades hispanohablantes o una vinculación histórica o cultural», como Estados Unidos, Belice, Canadá, Surinam, Filipinas, los campamentos de refugiados saharauis o los campamentos de refugiados de Palestina.
La PNL también propone impulsar dentro de la red del Instituto Cervantes «el aprendizaje y conocimiento de la diversidad lingüística y cultural de España y de todos los pueblos que constituyen la hispanidad, apreciando su historia compartida, la confluencia de sus lenguas y de sus lazos históricos de afecto y fraternidad».
El último punto habla de fomentar el papel de las mujeres en la creación y la difusión de la cultura y las lenguas hispanas y españolas. Ha sido aprobada por 27 votos a favor, 5 en contra (de Vox) y la abstención de Bildu.
El texto lo ha defendido el socialista Marc Lamuà, que ha pedido potenciar y dar herramientas al Instituto Cervantes para que pueda impulsar «el aprendizaje y el conocimiento de la pluralidad lingüística y cultural de España» y ha cargado contra quienes usan «la lengua como arma arrojadiza en debates políticos».
En cambio, ha defendido que «la realidad de la actual España no se entiende sin sus idiomas, todos», que las culturas de la Península Ibérica «hace siglos que perdieron cualquier atisbo de pureza». La historia, ha dicho, ha demostrado que, con las naciones y con las lenguas, «la imposición y la prohibición suelen ser más catalizadores de conflicto y odio que de soluciones».
El PP, por boca de Belén Hoyo, ha expresado su voto a favor «por coherencia» pero acusando al PSOE de «la doble moral que siempre caracteriza a la izquierda» por, al mismo tiempo, permitir que el castellano «se persiga en el pario, en el colegio, en el comedor o las extraescolares».
También Ciudadanos ha acusado al Gobierno de tratar de «lavar su conciencia» y Vox, que ha votado en contra, ha lanzado una acusación similar además de criticar que se use el Cervantes para promover «ideología de género.
En cambio, ERC no ha dado su apoyo porque no se ha aceptado su enmienda de promover la oficialidad del catalán en la UE y Bildu se ha abstenido porque la promoción solo del castellano le ha generado a Jon Iñarritu cierto «sentimiento ambivalente».
Eso sí, ante las denuncias de Marta Martín (Cs) afirmando que hay bares en el País Vasco donde se discrimina a los castellanohablantes se ha ofrecido a acompañarla a todos ellos, «pagando todas las rondas», para demostrarle que no es cierto.
De su lado, Mariona Illamola, de Junts, ha pedido que se fomente también el estudio de las lenguas cooficiales dentro de España, porque «no puede ser que haya más universidades en las que se pueda estudiar catalán en Alemania que en España».