El derroche de la Patrulla Águila y sus botes de humo para pintar mal la bandera en el cielo

Son unos polvos. Amarillos y rojos. Pero cuestan un dineral. Quién no conoce a la famosa Patrulla Águila, que todos los 12 de octubre surca los cielos de Madrid para teñir el cielo con los colores de la bandera de España. Pero nadie se ha parado a pensar que este gesto patriótico tiene un coste que podría levantar polémica. Son unos minutos que no siempre salen como esperaban. De hecho, este año 2020, la bandera de la nación se pintó mal. O el piloto del caza se colocó en mala posición, o quien introdujo estos botes de humo que han costado a las arcas públicas 35.150 euros los puso mal. Pero en cualquier caso, fue una cara negligencia que en plena pandemia ha salido cara a Hacienda.

Al menos, por la pandemia, se evitaron las aglomeraciones en la calle, por lo que la asistencia a este acto patriótico que se salda con un desfile militar frente al Rey se omitió y se ahorro el despliegue. Sin embargo, la Patrulla Águila sí que se lanzó a los cielos para pintar de rojo y amarillo el techo de Madrid, la capital del país. Finalmente solo hubo además del vuelo de todos los años un pequeño desfile terrestre en la Plaza de la Armería y un homenaje a los que lucharon y luchan contra la pandemia. 

Para evitar aglomeraciones se han suspendido el tradicional desfile militar en Madrid y la posterior recepción en el Palacio Real. Ha sido la Plaza de la Armería de este recinto la que ha acogido el acto conmemorativo, con un pequeño desfile terrestre, y en el que se ha rendido homenaje a todos los que están luchando contra la Covid-19.

Menos mal que la bandera de España solo tiene tres franjas. Cada una de ellas cuesta más de 11.000 euros, por lo que si nos hubiera tocado la de Estados Unidos todavía habría que estar echando cuentas. Al acto poco hay que reprocharle, pero hay que tener claro que es todavía más caro por el combustible de los aviones. Sin embargo, las críticas llegaron por el hecho de haberse gastado tal cantidad de dinero en unos botes de pintura para luego pintar mal la bandera por un error técnico. O varios, porque el color amarillo no era tal, sino blanco, y los cazas se colocaron en una mala posición, por lo que ni siquiera el blanco estaba bien puesto (si es que se trataba de ese amarillo).

La empresa que provee de estos botes de humo de colores a España es MENPRO Gestiones Documentarias. Esta compañía militar trabaja en lo que ellos mismos denominan como «el sector del mantenimiento de alta calidad para la industria y el material de defensa». Pero el fallo de haber comprado un producto de color blanco en vez de un bote amarillo les correspondería a ellos. No hay que olvidar que los contratos se cierran a finales de octubre, por lo que esta compra corresponderá a la celebración del 12 de octubre de 2021, donde previsiblemente la pandemia ya se habrá ido de nuestras vidas, en el mejor de los escenarios.

Puede que MENPRO Gestiones Documentarias tuviera parte de responsabilidad en la negligencia de pintar así la bandera por haberse confundido con los colores (a no ser que el Gobierno hubiera pedido blanco, cosa que, según se detalla en la licitación, no pasó), pero también el Ejército se hizo un lío a la hora de colocar a los cazas que pintaban la insignia, pues uno se coló.