Forcadell no cree que superar el 50% de votos independentistas cambie «nada» ante el Gobierno

La expresidenta del Parlament Carme Forcadell ha admitido este lunes que es importante que los partidos independentistas superen el umbral del 50% de los votos en las elecciones catalanas, pero no cree que tenga consecuencias políticas ni cambie «nada» para intentar forzar al Gobierno a negociar un referéndum.

«Es importante superar el 50% de los votos, porque parece que nunca lo conseguimos, pero no creo que cambie nada», ha subrayado en una entrevista en Catalunya Ràdio, tras constatar que el Gobierno ha reiterado que no negociará un referéndum.

Según Forcadell, superar el umbral del 50% de los votos permitiría reforzar las posiciones independentistas, pero no más allá: «Si tuviéramos un 70% podríamos empezar a plantearlo, pero no cambiará nada un dos por ciento arriba o abajo».

Pese a todo, ha defendido la mesa de diálogo porque, aunque que tiene pocas esperanzas, no conoce ningún conflicto que se haya resuelto sin dialogar.

También ha admitido que ve al Govern en una situación de «desgaste y descrédito» derivada de todas las consecuencias del proceso independentista y de la pandemia del coronavirus, y considera que ya se deberían haber celebrado las elecciones catalanas.

«Las elecciones ya deberían haberse hecho. El Govern está en unas circunstancias excepcionales», ha recalcado, por lo que ha pedido hacer lo posible para que los comicios se hagan el 14 de febrero, como está previsto.

Aunque defiende que hay liderazgo en el Govern y consellers «que lo hacen muy bien», ha reconocido que la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalitat ha agravado la situación del Ejecutivo catalán.

Al preguntársele si ve desobediencia en que Torra no descolgara la pancarta en defensa de los presos del 1-O, Forcadell ha manifestado que respeta la decisión del expresidente catalán: «No sé si es una acción de desobediencia, pero al final se acabó descolgando».

Sobre el candidato de ERC a las elecciones, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, Forcadell lo define como «una muy buena persona y muy honesta», además de destacar que tiene experiencia de gobierno y está preparada para afrontar la salida de la crisis económica y social derivada de la pandemia del coronavirus.

También cree que el Tribunal Supremo (TS) le retirará esta semana el tercer grado, por lo que deberá volver a entrar en prisión todo el día, y en consecuencia no cree que pueda pasar «la Navidad en casa».

Así, ha añadido que lo único que es seguro es que el 28 de enero de 2021 habrá cumplido una cuarta parte de la condena, por lo que podrá tener permisos «que no dependen del Supremo».

Sobre si confía en la vía de los indultos, la amnistía y la reforma del delito de sedición del Código Penal, Forcadell ha apuntado que si hubiera voluntad de tirar adelante alguna de estas iniciativas «se hubiera podido empezar hacer tiempo».

Al preguntársele si ha perdido la confianza en la justicia española, ha admitido que sí, pero ha querido añadir que sí confía en algunos jueces: «Dolors Bassa y yo estamos fuera porque un juez lo decidió, mientras que mis compañeros, por el mismo delito, no pueden salir porque otro juez decidió que no. Esto demuestra la arbitrariedad de la justicia».