Tendencias del vicio: más calidad en alcohol, menos en drogas

  • El público exige más calidad a la hora de consumir alcohol.
  • Las drogas van en el camino inverso porque siguen estando al margen de la Ley.
  • La adulteración, las mafias y la falta de impuestos destrozan al sector.
  • Antonio Escohotado lleva décadas exigiendo la legalidad de las drogas. El intelectual, ayer comunista y hoy liberal, afirma que la Ley Seca ayudó al nacimiento del crimen organizado. Esta voz y otras muchas aseguran que la legalización de las drogas implicaría que estas pasasen a sufragar con impuestos los destrozos que causan algunas sustancias, muchas veces cortadas y adulteradas.

    Los crímenes relacionados con las drogas y el destrozo que causa a la salud la adulteración de las sustancias podrían invitar a las administraciones públicas a siquiera abrir el debate. Ciudadanos y Podemos en los últimos años sugirieron legalizaciones, pero a la hora de la verdad no han exigido medida alguna para apuntalar los gobiernos de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

    DROGAS Y ALCOHOL, TENDENCIAS OPUESTAS

    El consumo de alcohol destilado ha ido ganando peso con el paso del tiempo. El whisky o la ginebra, con notables precios medios, consiguen notables volúmenes de ventas. Camino opuesto se lleva el alcohol ‘humilde’, el vino, que en el siglo pasado se vendía por garrafas y era el rey de aquellas lúgubres tabernas donde el anís o el coñac le hacían compañía.

    ¿Y las drogas? Estas sustancias apenas suben el precio. En la calle solo hay que afinar el oído: «Cada gramo de cocaína costaba en los años noventa 10.000 pesetas (60 euros) y ahora cuesta lo mismo». Cierto es que la cocaína de los noventa no ‘era’ la de ahora. Es decir, que en pleno 2020 las drogas están cortadas o engordadas con otras sustancias asépticas que multiplican la ganancia de los ‘camellos’.

    EL SPEED, AL ALZA

    La Guardia Civil y la Agencia Tributaria desarticularon hace unos días la mayor ‘fábrica’ de speed de España. Esta red, que tenía presencia en Euskadi, Navarra o Aragón, cayó en la ‘Operación Beltza’, donde se requisaron más de cien kilos de speed y marihuana.

    No es de extrañar semejante cargamento porque el consumo de speed, anfetamina, está creciendo en el norte de Navarra. Tal y como señala el portal e-Ribera.com, este hecho se debe a su pureza. «En el norte tenemos el speed más puro de España porque el sulfato de anfetamina, lo que se conoce como speed, llega por el Cantábrico desde Amsterdam. El producto se recibe líquido y se suele cortar con cafeína», explica una persona relacionada con el mundillo al citado medio.

    «Esta droga, añaden, se esta extendiendo con fuerza por el norte de Navarra por su pureza y precio (un gramo 15 euros y cinco, 50). Y este hecho está creando ‘fantasmas’: personas adictas al ‘veneno’, tal y como se conoce la sustancia de forma popular, que por desgracia no pueden ser interpeladas por las administraciones públicas hasta que no chocan contra la Justicia».

    OPERACIÓN BELTZA: EL SPEED ENTRE LAS DROGAS DE MODA

    La Guardia Civil asegura que en la ‘Operación Beltza’ ha caído una red que ponía colocar en el mercado hasta 100 kilos de speed al mes: «Hay que pensar que los cabecillas del grupo estaban en Navarra y personas que trabajaban para ellos se desplazaban hasta Holanda o Alemania a por anfetamina líquida, que era la base de la fabricación del speed, y el pago de esta anfetamina líquida en ocasiones se hacía con dinero y en otras ocasiones se hacia con marihuana que procedía del sur de España».

    En el Plan Municipal de Adicciones del Ayuntamiento de Tudela se asegura que el speed ‘triunfa’ en la zona porque «es una droga muy adecuada para salir de fiesta, para mantenerse con energía, despierto… Su uso puntual se caracteriza precisamente por estar vinculado a la fiesta. Teniendo en cuenta que el calendario festivo es muy largo, existe el gran riesgo de que el consumo de speed se convierta en un hábito y derive hacia su uso en otros entornos como el laboral, hecho que, entre las personas que comienzan a padecer una adicción, ocurre».

    Las causas que facilitan la drogadicción, según recoge e-Ribera.com, son «la falta de alternativas reales de ocio juvenil, centrado en salir de fiesta; la gran accesibilidad a las drogas y la permisividad social del alcohol; el deseo de experimentar en la adolescencia y de ‘crecer socialmente’ dentro de los grupos de jóvenes; la utilización de sustancias como ‘vía de escape’; y el factor riesgo de la convivencia entre personas de diferentes edades en ‘cuartos’ e institutos».

    La marihuana, según el consistorio navarro, también «está presente en la sociedad tudelana de manera continua y con una aceptación y visualización enorme» desde los 13 años y el consumo «se ha incrementado en los últimos años de manera exponencial, siendo, cada vez más común un uso continuado de la misma, incrementándose su normalización y aceptación social».