La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, ha manifestado que las primeras dosis de la vacuna contra la COVID-19 se podrán administrar en la comunidad autónoma «con casi total seguridad» en enero. Puesto que la disponibilidad «será progresiva» se va a priorizar a la población institucionalizada, es decir, a las personas que viven en residencias, así como a los profesionales sanitarios y sociosanitarios.
Así lo ha explicado en rueda de prensa Repollés, que ha añadido que tras estas personas el segundo grupo al que se vacunará serán los mayores de 80 años y personas con patologías crónicas, en tercer lugar, a mayores de 65 y profesionales esenciales, y, finalmente, al resto de la población.
Repollés ha señalado que ante la proximidad de la fecha en que se va a poder disponer de la vacuna «podemos afrontar con más optimismo y responsabilidad» las restricciones que están vigentes mientras el virus siga circulando.
Además, ha contado que el Departamento de Sanidad y el Gobierno de Aragón se están preparado «para disponer de la logística necesaria para el almacenaje y distribución de las primeras dosis, 180.000 para Aragón, que llegarán a 90.000 personas, puesto que son dos dosis por persona.
Su aplicación tendrá lugar «según la secuencia recomendada por el Ministerio de Sanidad», ha dicho Repollés, que ha especificado que se administrará por parte de atención primaria, igual que la de la gripe. «Los centros de salud, inicialmente, tendrá la iniciativa para citar a los colectivos prioritarios siguiendo los protocolos de seguridad», ha apostillado.
La consejera ha querido transmitir un mensaje de «confianza» a la ciudadanía al afirmar que estas vacunas «serán seguras», al menos, en los mismos términos «que las que se emplean habitualmente» para hacer frente a otras enfermedades.
También ha comentado que en la Unión Europea todos los Estados miembros tendrán acceso a las vacunas «al mismo tiempo y en función del tamaño de su población», para remarcar que habrá «suficientes» para todos.
LOGÍSTICA
El director general de Salud Pública del Ejecutivo autonómico, Francisco Javier Falo, ha detallado que será el Ministerio de Sanidad, junto a la industria farmacéutica, quien «posicione» la vacuna en cada comunidad autónoma, para luego ser éstas quienes organicen «toda la logística de la puesta» de las mismas.
Falo ha indicado que éste es el procedimiento habitual con el calendario de vacunación y la campaña de la gripe. En este caso, la «peculiaridad» es que «vamos a tener que vacunar en poco tiempo a un volumen de personas muy alto».
No obstante, ha aclarado que este año la campaña de la vacunación de la gripe ha atendido en un periodo corto de tiempo a 200.000 personas en Aragón y puesto que todavía no ha acabado su aplicación ha animado a acudir a los centros de salud a recibirla.
Otra característica específica de la vacuna frente a la COVID-19 suministrada por la farmacéutica estadounidense Pfizer –que es la que va a llegar a Aragón– es que ha de conservarse en frío «a temperaturas de menos de 80 grados» bajo cero «y eso dificulta la logística, los tiempos de distribución y la conservación», ha contado el director general.
Falo ha añadido que cuentan con grupos de trabajo «que llevan días organizándolo todo» para que, «cuando llegue, lo tengamos resuelto», de forma que «en las próximas semanas se irán afinando los requerimientos logísticos necesarios», para reconocer que el sistema tiene «capacidad para responder», si bien «con mucho esfuerzo».