El PP oculta a Casado para evitar «fallos» tras su éxito en la moción de censura

  • El equipo de comunicación de Casado quiere evitar que el líder cometa errores.
  • La moción de censura salió bien, pero no quieren arriesgar mucho más.
  • Casado está muy pendiente de la prensa, y su equipo de comunicación quiere evitar críticas.
  • El equipo del presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se ha plantado. Tras la fuerte apuesta de la moción de censura, la de dar una patada a su «socio natural», Santiago Abascal, y el éxito que cosechó en las encuestas por mostrar carácter, su equipo de comunicación se ha quedado bloqueado. No saben qué hacer y han metido a Casado en un búnker para intentar evitar que cometa errores. ¿Dónde está el líder popular y ese arrojo que mostró en la moción? Se ha plantado para intentar no perder sus ganancias.

    El fallo, según relatan fuentes del Partido Popular, es de su equipo de comunicación. Desde el primer momento, el presidente del PP perdió apoyos. De hecho, llegó a cosechar los peores resultados de la historia del partido debido al auge de Vox. Pero ahora que por fin parece que obtendría, según las últimas encuestas electorales, unos resultados similares a los del líder socialista y que podría tener opciones de gobernar, el equipo de comunicación del PP se ha encomendado a Simeone y quiere aguantar el resultado sin arriesgarse a exponer más de la cuenta a su líder.

    No hay que olvidar que solo un discurso en la moción de censura arriesgado le ha supuesto mejorar hasta casi en 40 diputados. Antes, las encuestas auguraban que Casado obtendría unos 80 en caso de que se celebraran elecciones. Pero después de poner de vuelta y media a Abascal, las cifras ya coquetean con los 120 diputados, aunque esto la más optimista de las encuestas y en los mejores sueños de Génova.

    Hay muchos dentro del partido que no quieren que Casado esté al frente del PP. Creen que no tiene la capacidad de formar una alternativa moderada y sólida a Sánchez y que el carácter de Abascal es más arrollador que el suyo, lo cual hace que muchos votantes descontentos con el Gobierno se sientan atraídos por Vox antes que por un blando Casado.

    El PP ya sabe cuál es el camino y hay muchos barones díscolos con Casado que van a dar una segunda oportunidad a su presidente para que se vista de líder de la oposición. Había algunos dirigentes populares junto a algunos empresarios que, tal y como pudo comprobar MONCLOA.com, estaban intentando traer de Galicia a Alberto Núñez Feijoo para que sustituyera a Casado. Pero ahora esas voces se han calmado a la espera de que el líder popular mantenga la línea que hasta ahora había traído mejoras electorales en las encuestas. Sin embargo, su equipo de comunicación le frena por miedo a que cometa errores. Algo que desde algunos sectores de Génova consideran de por sí un error.

    El problema de Casado ha sido que siempre ha ido detrás de las consecuencias. Si Abascal endurecía el discurso, él lo hacía detrás, y según un sociólogo consultado por este medio, el electorado siempre tiende a acudir a la marca original, no a la imitación. La primera vez que el presidente del PP se adelantó a los acontecimientos fue en la moción de censura. Se plantó y apostó por un PP moderado desligado de Vox. Y le fue bien.

    Sin embargo, desde este rotundo éxito, el líder popular se ha quedado apagado, fuera de toda actualidad y ya no arriesga ni ha vuelto a estar por delante de los acontecimientos, según detallan fuentes del PP; Los mismos que aseguran que el problema llega desde el departamento de comunicación de Casado, que quiere aguantar el resultado por primera vez desde que el presidente del PP llegó a su puesto.

    Casado es obsesivo y revisa todo lo que sobre él se escribe. Esto ha generado en él y sobretodo en su equipo una sensación de falta de control sobre su figura política que ha salpicado a su grupo de comunicación. No quieren errores y saben que cualquier cosa que haga Casado saldrá reflejada en la prensa. Cuanto menos salga, menos problemas. Y así, con el viento a favor, mejor no tentar a la suerte con un candidato en el que parece que no confían desde su equipo más estrecho de comunicación.