La defensa de Rafael Amargo, el abogado Cándido Conde Pumpido, ha señalado que las sustancias estupefacientes halladas en el registro de la vivienda del artista no estaban destinadas al tráfico de drogas, sino al consumo propio.
«Ni hay armas, ni hay organización criminal ni hay estructura», ha aseverado el letrado a su llegada esta tarde a los juzgados de instrucción de Plaza de Castilla, donde se tomará a lo largo de la tarde declaración al bailarín y a las otras tres personas detenidas en la Operación Codax.
El letrado ha insistido en que la droga hallada en la vivienda de Amargo es para su consumo y le ha desvinculado del resto de sustancias incautadas en el registro de la otra vivienda, propiedad de otro de los detenidos.
La Policía Nacional encontró en los registros GHB, ketamina, 2CB y Popper; medicamentos, así como ocho móviles y unos 6.000 euros, según una fotografía del alijo incautado facilitada hoy por la Policía.
Concretamente, había 100 gramos de metanfetaminas, 40 de ketamina, tres botes de Popper, varias bolsitas de mefedrona, una bolsita de 2CB (más conocido como cocaína rosa, Nexus o Tucibi), dos pequeños botes de GHB (conocido como ‘éxtasis líquido’), una caja de testosterona de la marca Propandrol y un blíster de Viagra; además de una pequeño peso, 8 móviles (uno de ellos de tecnología antigua) y casi 6.000 euros en billetes de 100, 200 y 500 euros.
El artista y su pareja fueron detenidos el martes junto a otras dos personas, una de ellas el asistente de producción de la obra que iba a estrenar Amargo este jueves. Fue arrestado nada más salir de los ensayos de la obra que iba a estrenar hoy por la presunta comisión de delitos de organización criminal y tráfico de drogas.
Tras tomarle declaración policial, ha pasado esta mañana a disposición de los Juzgados de Plaza de Castilla, donde continúa. El abogado de Rafael Amargo ha negado que en casa o en el vehículo del bailarín se haya encontrado droga en cantidades que vayan «más allá de lo que sería el consumo propio».
La investigación ha corrido a cargo de la Fiscalía y del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Centro, entre otros. Las pesquisas policiales se iniciaron hace ya un año por menudo de drogas en los barrios de Malasaña y Chueca pero se fue complicando hasta llegar a un grupo criminal. En el marco de las pesquisas, se han realizado escuchas y seguimientos a los investigados.