jueves, 12 diciembre 2024

La Fiscalía mantiene la pena de cárcel para un acusado de abuso de menores

La Fiscalía ha mantenido este jueves la pena de 18 años de cárcel que solicita para el nigeriano de 39 años acusado de abusar en Mallorca de menores, muchas de ellas tuteladas, a las que presuntamente hacía regalos o les pagaba a cambio de mantener relaciones sexuales.

La Audiencia Provincial de Baleares ha concluido este jueves el juicio tras celebrar una primera sesión en noviembre, que tuvo que interrumpirse porque una de las menores -cuyo testimonio se considera clave en la prueba- se negaba a comparecer. Se trata de una chica que presuntamente fue víctima de abuso sexual por parte del acusado cuando tenía 14 años, y este delito es el que lleva aparejada la pena más alta de los que se le imputan.

La menor ha admitido que mantuvo relaciones completas con el hombre a cambio de dinero, pero ha negado que el acusado la forzara, contradiciendo la declaración que prestó ante la Guardia Civil durante la investigación.

La chica ha confirmado que conoció al acusado a través de una amiga. Inicialmente ha dicho que le pidió el número del hombre a su amiga porque le «apetecía conocerlo», y su amiga le había «hablado bien» de él, pero ante la insistencia de la Fiscalía ha terminado admitiendo que esperaba obtener dinero de él.

«Me comentó que podía conseguir dinero, lo necesitaba y fui», ha declarado la menor, que inmediatamente ha añadido que le dijo al hombre que era mayor de edad. La chica ha explicado que cogió un taxi y fue a un hotel de Magaluf a encontrarse con el acusado, que la recibió en la entrada y la llevó hasta la habitación. También ha indicado que consumió cocaína que «ya estaba allí».

Sin embargo, se ha negado a concretar en qué consistió el encuentro con el acusado: «No quiero entrar en detalles», ha dicho.

Entre las pruebas figura una foto que la joven se habría tomado ese día con otra chica en un jacuzzi de ese mismo hotel, enseñando billetes. La adolescente ha rechazado que la cantidad a cambio de mantener relaciones fueran 3.000 euros, y ha dicho no recordar la cantidad que aparece en la fotografía. «Tampoco me puse a contarlos», ha espetado.

Por otra parte, ha negado haber contado nada de esto a una educadora de su centro de protección. La trabajadora declaró que la chica llegó al centro al día siguiente muy afectada, que le dijo que había ocurrido algo terrible y que pidió que le administraran la píldora del día después. Este jueves, la menor ha vinculado tal comportamiento a «un bajón» después de haber consumido droga, y ha rechazado haber contado «nada a nadie» sobre este episodio.

El acusado fue detenido en compañía de dos chicas, una menor de edad, en un hotel en Calvià. La Guardia Civil fue estrechando el cerco y estuvo vigilando a diario las bases de datos de hospedería para detectar si se alojaba en hoteles de Mallorca.

LA FISCALÍA CREE QUE VARIAS DE LAS CHICAS HAN MENTIDO

En su informe final, la Fiscalía ha sostenido que las chicas han intentado «proteger» en sus declaraciones al acusado por distintos motivos: por «miedo», presiones de otras chicas implicadas, y porque supone «perder su fuente de ingresos» y de «acceso a drogas». También cree que se debe a una «falta de conciencia sobre la gravedad de los hechos».

En un momento de la vista, la Fiscalía ha interrumpido el interrogatorio afirmando que la testigo estaba «mintiendo». De hecho, ha preguntado directamente a la menor por qué ha cambiado tantas veces su declaración a lo largo de la investigación.

Entonces, la menor ha reconocido que a la Guardia Civil le dijo cosas «que no fueron verdad» porque no le «pillaba en buen momento» y que ahora ha «rectificado». Además, ha expresado desconfianza hacia el agente con el que habló: «Quería sacarme información».

A pesar de todo ello, la Fiscalía cree que hay pruebas suficientes para sostener la acusación, gracias a otros indicios, como los mensajes de WhatsApp intervenidos y las declaraciones de otros testigos.

Durante el alegato final ha destacado, entre otros argumentos, que el hombre sólo se encontraba con ellas para mantener relaciones, con un interés económico de por medio, «en habitaciones de hoteles en la más absoluta clandestinidad».

REBAJA A DOS AÑOS LA PENA PARA EL OTRO ACUSADO

Por otro lado, la Fiscalía ha rebajado a dos años de cárcel la pena que se pide para el otro acusado, un español de 64 años que reconoció que varias veces dio a las víctimas billetes de 20 o 50 euros o les invitó a cenar o al cine, a cambio de prácticas fetichistas en las que él actuaba como ‘esclavo’ y las chicas como sus ‘amas’. Inicialmente se pedían cinco años para él.

Los dos acusados aseguraron que no sabían que las chicas eran menores de edad. La Fiscalía sólo ha apreciado la atenuante de error vencible para el acusado con el que se ha llegado a un acuerdo. Lo mismo ha ocurrido con la de reparación del daño, a pesar de que los dos hombres han consignado indemnizaciones.

La Fiscalía ha rechazado la tesis del nigeriano porque mantiene que constan conversaciones que demostrarían que siguió teniendo contacto con las chicas después de saber que eran menores, o pudiendo deducirse por las alusiones a los centros en los que residían.

SUGIERE QUE LE HAN DADO UN TRATO DIFERENTE POR EL COLOR DE SU PIEL

En su turno de última palabra, el hombre ha protestado porque considera que se le ha dado un trato diferente que al otro acusado, y ha insinuado que se debe al color de su piel. Además de esto, ha pedido perdón por sus actos y ha manifestado que desea hacer un curso de educación sexual «para no seguir haciendo este tipo de cosas».

Igualmente, el hombre ha asegurado que nunca quiso «hacer daño a ninguna de esas chicas» y que jamás las forzó, y ha reiterado que le «engañaron» diciéndole que eran adultas. «Una vez casi me matan metiendo droga en mi bebida», ha afirmado.

Su abogado ha pedido que los hechos se consideren cuatro delitos de corrupción de menores o un delito continuado, con una pena de un año y ocho meses o alternativamente un año y un mes.

La defensa ha asegurado que uno de los encuentros que se le imputan con la más pequeña de las víctimas «no ha existido» y que, respecto a la noche de los presuntos abusos, era factible que creyese que era mayor de edad por su aspecto.

Además, el abogado ha criticado el sistema de protección de menores. «Todos deberíamos irnos muy preocupados por el funcionamiento de los centros de menores en esta Comunidad Autónoma», ha dicho, incidiendo en que no hubo «ningún control» sobre las chicas y sus actividades. «Esto es la selva, nadie las busca», ha añadido.

VÍNCULOS CON OTROS CASOS DE EXPLOTACIÓN SEXUAL DE MENORES

Fuentes próximas al caso han indicado que el testimonio de la menor este jueves se consideraba especialmente importante debido a que está vinculada a otros casos de explotación sexual de menores tuteladas, actualmente bajo investigación en Mallorca.

De hecho, durante la sesión ha trascendido una investigación paralela sobre una presunta violación a esta menor en una ‘casa okupa’ de Palma, pero, al parecer, lo ocurrido en este caso ha dificultado las pesquisas en el otro. Según la Guardia Civil, la menor esperaba de los agentes que la mantuvieran informada de los avances y que la avisaran de si iban a detener al sospechoso. Al no hacerlo «se sintió defraudada» y ya no ha querido colaborar con ellos.

Este juicio no deriva de la pieza conocida como el ‘caso Corea’, que saltó a la opinión pública tras una violación grupal en diciembre de 2019 a una menor tutelada por el Consell de Mallorca. Los hechos que se han enjuiciado ahora en la Audiencia son anteriores, aunque cercanos en el tiempo.

Desde el estallido de la polémica por el caso de Camp Redó, éste es el primer caso relacionado con explotación sexual de menores tuteladas en Mallorca que llega a juicio.