El consejero de Sanidad de Cantabria, Miguel Rodríguez (PSOE), teme una «tercera ola» de coronavirus en la comunidad tras las celebraciones navideñas, aunque espera que, antes de las fiestas, se pueda reducir la incidencia de la comunidad a la mitad, hasta los 150 casos por 100.000 habitantes, y abrir los municipios, salvo aquellos más afectados.
Así lo ha dicho este domingo, en declaraciones a RNE, en las que ha explicado que la Consejería de Sanidad debe estar «preparada» para la posibilidad de una «tercera ola» tras las fiestas y «poner todos los medios para evitarla».
«No podemos asegurar que no se vaya a producir. Es probable que en Navidades haya una cierta relajación, independientemente de las medidas. El hecho de que la gente se junte y se junte de casas distintas y demás va a favorecer que haya más infecciones y por lo tanto es previsible que aumente el número de contagios», ha reconocido.
Y de cara a la Navidad, Rodríguez ha señalado que, si la evolución del COVID-19 lo permite, se podría plantear levantar el actual confinamiento de los municipios y «liberar» a la mayoría de ellos, dejando solo cerrados aquellos que presentan una tasa de infección «muy alta».
Y en lo que respecta al levantamiento o no del cierre perimetral de la comunidad autonómica, ha indicado que «dependerá» de la evolución de la pandemia.
De lo que sí es partidario es de mantener el toque de queda a partir de las 22.00 horas más allá de la Navidad, exceptuando solo los días de Nochebuena y Nochevieja.
Por ahora, Cantabria y sus municipios están cerrados hasta el 11 de diciembre (inclusive) y está por decidir si las restricciones a la movilidad se prorrogarán o no.
La comunidad sigue en nivel 4 de alerta por el coronavirus, el más alto de los estadios establecidos por el Ministerio de Sanidad y la comunidad autónoma, con un «riesgo extremo».
Según los últimos datos de la Consejería de Sanidad, correspondientes al cierre del sábado, la incidencia acumulada a 14 días en Cantabria es de 292 casos por cada 100.000 habitantes y de 158 a 7 días.
Hay 169 personas hospitalizadas, 28 de ellas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Con estos datos, la ocupación hospitalaria se mantiene en el 11,5% y la de las UCI en el 25,7% y la positividad en las pruebas es del 10,8 por ciento. En la jornada del sábado se registraron cuatro nuevas muertes, lo que eleva a 328 los fallecimientos de personas con COVID-19 desde el inicio de la pandemia, y 128 casos nuevos.
PÉREZ ROJÍ: LAS MEDIDAS ESTÁN FUNCIONANDO PERO «MUY LENTO»
Ante estas cifras, el coordinador de Urgencias del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Gonzalo Pérez Rojí, ha explicado a RNE que, aunque las medidas restrictivas impuestas en Cantabria «están funcionando», lo están haciendo «muy lento».
«Todavía no estamos en una situación óptima ni muchísimo menos. Que hemos mejorado en las ultimas semanas está claro pero seguimos en un nivel 4 y la gente tiene que ser consciente del riesgo que hay porque si en enero tenemos un rebrote importante nos podemos encontrar un problema serio», ha advertido.