El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena de 13 años de cárcel impuesta por la Audiencia de Málaga a un hombre por abusar sexualmente de una menor y propiciar que se dedicara a la prostitución. Así, se desestima el recurso presentado por la defensa del acusado.
Según se declaró probado, y ahora ha ratificado el alto Tribunal andaluz en su sentencia, en agosto de 2018, la menor, que no llegaba a los 16 años, abandonó su domicilio familiar y conoció a otro menor, que le propuso, y ella aceptó, que se le alojara en la casa del acusado.
Así, según se precisa en la resolución, previamente, el acusado ya había hablado de explotar sexualmente a la menor y un día, estando en su vivienda, mantuvo relaciones con ella «con la finalidad de probar a la chica» y para «satisfacer sus deseos libidinosos», sabiendo la edad que tenía.
Asimismo, con el teléfono del procesado, le hicieron fotos semidesnuda «y en actitud sugerente» a la menor, con el fin de «enviarlas a través del móvil a posibles clientes que desearan contratar encuentros de índole sexual con dicha menor a cambio de dinero».
La pareja del acusado le compró ropa y le prestó su maquillaje, pero no se ha determinado si sabía que las fotos que ella pudiera haberle hecho iban a ser utilizadas para exhibirlas a clientes o al maquillarla lo era para acudir a la cita que se concertó con un cliente que finalmente no acudió.
Por estos hechos, se condena al hombre por un delito de abuso sexual a persona menor de 16 años a una pena de ocho años de prisión y el mismo tiempo de libertad vigilada, y por otro de prostitución de menores a cinco años de cárcel; además del pago de una indemnización de 8.000 euros a la joven. La pareja fue absuelta.
Para el TSJA, la declaración mantenida por la víctima ha sido considerada «creíble y convincente» y «no se atisba la presencia de razones oscuras o motivos espurios que pudieran llevar a la joven a falsear la realidad». Además, este testimonio «es claramente corroborado por el resultado de la intervención telefónica».
En este sentido, se indica que a través de esas escuchas «queda de manifiesto el proyecto que iba desarrollando el acusado para aprovecharse económicamente de la menor, gestionando y promoviendo su dedicación a la prostitución, con alusión a clientes concretos, formas de contacto íntimo, precios a obtener a cambio y otros detalles cuyo contenido no deja lugar a dudas».