La vacuna experimental contra el coronavirus desarrollada por la empresa china Sinopharm tiene una eficacia del 86 por ciento, según ha informado el Ministerio de Salud de Emiratos Árabes Unidos, basándose en un análisis provisional de un ensayo en el que han participado 31.000 voluntarios y que se está llevando a cabo en el país.
La vacuna, desarrollada por el Instituto de Productos Biológicos de Pekín, una filial del Grupo Nacional de Biotecnología de China (CNBG) de Sinopharm, ha sido administrada a cientos de miles de personas bajo autorización de emergencia en China, si bien aún no ha recibido la aprobación de uso público de ningún regulador de medicamentos.
Países como Indonesia y Pakistán ya han firmado acuerdos con CNBG y es probable que surjan otros, dado el perfil favorable de la vacuna para los países en desarrollo. Mientras que las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna mostraron una eficacia superior al 90 por ciento, éstas presentan desafíos de distribución para algunos países ya que requieren instalaciones de congelación y camiones.
Por el contrario, la vacuna de CNBG puede ser transportada y almacenada a temperaturas normales de refrigeración. Se fabricó utilizando una versión inactivada del coronavirus para preparar al sistema inmunológico humano para combatirlo.
La tasa de protección de la vacuna de CNBG también es mayor que los resultados iniciales de la vacuna co-desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que se encontró que protegía al 62 por ciento de los participantes del ensayo cuando se administraba con dos dosis completas.
China tiene otros dos desarrolladores de vacunas que están llevando a cabo ensayos de fase final en todo el mundo. Uno de ellos, Sinovac Biotech, con sede en Pekín, está analizando los datos de su ensayo de fase III en Brasil y podría dar a conocer su tasa de protección en pocos días.
