Arrimadas ve «vergonzoso» que Chivite «equipare» a Ciudadanos con Bildu

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha acusado este viernes al PSOE de Navarra de «equiparar» a un partido «constitucionalista» como Cs con la coalición EH Bildu, que «no condena la violencia» de la banda terrorista ETA, algo que ha calificado de «vergonzoso».

«El PSOE de Navarra equipara a un condenado por secuestro como Otegi con un demócrata que defiende la libertad como Carlos Pérez-Nievas. A un partido que no condena la violencia como Bildu con uno constitucionalista como Cs. No pueden caer más bajo. Vergonzoso», ha escrito en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Así se ha referido Arrimadas al enfrentamiento dialéctico que se produjo este jueves, en el Pleno del Parlamento de Navarra, entre la presidenta del Gobierno foral, la socialista María Chivite, y el diputado de Navarra Suma y coordinador de Ciudadanos en esta comunidad, Carlos Pérez-Nievas.

El diputado preguntó a Chivite por la pretensión de Bildu de constituir una república confederal de Euskal Herria –que incluiría Euskadi, Navarra y los territorios del País Vasco francés– y por las declaraciones de su líder, Arnaldo Otegi, diciendo que alcanzar ese objetivo pasaba por apoyar los Presupuestos Generales del Estado de 2021.

CHIVITE: «NO COINCIDO CON NINGUNO DE LOS DOS»

La presidenta del Ejecutivo regional aseguró que «no habrá ninguna república confederal vasca», que «no hay nada oculto» en el acuerdo del Gobierno central con Bildu sobre los Presupuestos y que defenderá el régimen foral de Navarra. «No comparto el modelo institucional de Bildu, pero tampoco el que plantea Cs, que es eliminar nuestra foralidad. Si debatimos de modelos políticos, no coincido con ninguno de los dos», añadió.

Pérez-Nievas reprochó al PSOE y al PSN sus acuerdos con Bildu y señaló que, «sin haber cuestionado la violencia etarra», la formación ‘abertzale’ está ahora «más cerca de sus objetivos». Acusó a Chivite de «legitimarlos» y de no defender las instituciones y avisó de que quedará «como una traidora» a «la democracia y a las víctimas» del terrorismo, unas afirmaciones que la presidenta describió como «sembradoras de odio».