El Presupuesto de Barcelona para 2021 acordado entre el Gobierno municipal –formado por BComú y el PSC– y ERC será el mayor de la historia del consistorio barcelonés y estará dotado de 3.200 millones de euros.
Así lo ha explicado la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, en una rueda de prensa este domingo para presentar el acuerdo junto al primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, y el presidente del grupo municipal de ERC, Ernest Maragall.
Colau ha destacado que son los segundos presupuestos consecutivos que pactan con ERC y que es eso, precisamente, lo que pide la ciudadanía: «Los acuerdos más amplios posibles entre fuerzas, en este caso, progresistas».
Por su parte, Maragall ha asegurado que los recursos son extraordinarios porque la administración local tiene capacidad de endeudarse, aunque «con la prudencia y solvencia adecuadas a las necesidades», y ha puesto en valor el compromiso de actualizar el reglamento orgánico municipal (Rom) y la Carta de Barcelona.
Collboni remarcado que el acuerdo todavía está abierto a alegaciones, con lo que será posible incorporar propuestas de otros actores políticos, pero también económicos y sociales de la ciudad.
Los presupuestos irán al pleno municipal el próximo miércoles: se prevé su aprobación con el apoyo de los grupos del Gobierno municipal y de ERC –en total, suman el 70% del consistorio–; con el objetivo de asegurar el cumplimiento de los acuerdos, se creará una comisión de seguimiento.
INVERSIÓN PÚBLICA MÁXIMA
Colau ha explicado que el objetivo del Presupuesto es «apostar por el máximo de inversión pública» con políticas anticíclicas ante la crisis económica por el coronavirus, por lo que se dedicarán unos 300 millones a vivienda, infancia y economía local, entre otros.
Otros 50 millones de euros se destinarán a adquirir 30% de viviendas de protección de promociones privadas, para incrementar el parque de vivienda pública y estimular las promociones privadas, un punto prioritario para ERC en el acuerdo, según han explicado este domingo fuentes del partido a Europa Press.
Habrá un fondo para las obras de rehabilitación, ampliación y mejora de los equipamientos escolares de la ciudad, al que se destinarán 26 millones y que Maragall todavía no ha querido desgranar, al preguntársele al respecto.
Otros 30 millones irán destinados a inversiones para proyectos de proximidad como la rehabilitación de equipamientos, mejoras del espacio público, mejora o expropiación de piezas de interés público.
Además, se invertirán 12 millones de euros en un fondo de atención a la infancia, y otros 12 más se dedicarán a reforzar las ayudas para el pago del alquiler de familias vulnerables, de atención domiciliaria y dispositivos específicos para dar respuesta a la pandemia.
FISCALIDAD
Los presupuestos mantienen una reducción del 75% de la tasa de terrazas –algo puede actualizarse a lo largo del año–, y se atrasa el pago del tributo que grava las estancias turísticas en la ciudad.
También se reduce en un 75% la tasa de uso de espacio público por parte de mercados no sedentarios, ferias, quioscos de prensa, floristerías, churrerías y puestos de castañas, y se fraccionan a demanda el pago de los tributos municipales.
Collboni ha explicado que la intención es «no subir los impuestos, pero permitir inyectar hasta 500 millones de euros en inversiones», porque el objetivo es la recuperación sin poner en peligro la solvencia económica del Ayuntamiento de Barcelona.
OCUPACIÓN Y ECONOMÍA
Unos 9 millones más irán destinados a planes de ocupación con estímulos para recuperar la economía de las empresas: 1 millón y medio en ayudas para la digitalización, 3 millones en ayudas a sectores afectados por la crisis, 3 en bonos consumo del comercio de proximidad y 3 más en apoyo explícito al sector comercial, turístico y de restauración.
Además, se incrementa la partida del ‘Bonus Cultura‘ en 1 millón de euros y se destinan 20 millones a inversiones para reabrir o normalizar la actividad de hoteles, restaurantes y comercios.