Montero llama «racistas» a los policías mientras pide más protección en su chalet

  • Los sindicatos han denunciado la publicación y han destacado la gravedad de que un Ministerio ponga en duda la profesionalidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
  • La campaña difundida tacha de racistas y xenófobas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
  • No es la primera vez que Irene Montero carga contra las FCSE.
  • Nueva polémica en torno a Irene Montero y su Ministerio de Igualdad. Esta vez por la campaña difundida por el Ministerio para combatir la discriminación racial y étnica que tacha de racistas y xenófobas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En una de las imágenes aparece un joven de raza negra con el siguiente texto: Me han identificado por mi color de piel u otros rasgos físicos sin una razón objetiva”.

    Por su parte, los sindicatos han denunciado la publicación: “Qué manera de poner en duda la profesionalidad de las FCSE. Últimamente la tónica habitual es cargar contra la policía y la guardia civil en vez de reconocer y valorar nuestra difícil y complicada labor que realizamos hacia la sociedad de todos” han escrito desde Jusapol (Justicia salarial policial). Desde Jupol (Justicia policial) han destacado la gravedad de que un Ministerio ponga en duda la profesionalidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado “acusando veladamente a la Policía de realizar prácticas arbitrarias”. “No Sras de@IgualdadGob e @IreneMontero, somos GARANTES del Estado de Derecho” terminaba. Han acompañado el tweet con los hashtags #StopBulos y #NoPiques.

    “Cuando los agentes solicitan la identificación de alguna persona, siempre lo hacen por razones objetivas en el desempeño de sus funciones”, han reiterado desde la asociación de la Guardia Civil Jucil. También han hecho referencia que el ataque venga desde una de las instituciones del Estado. Una campaña de la que no se han visto excluidos las policías autonómicas: desde la asociación Unió de Mossos per la Constitució, han manifestado su malestar y han exigido a la cartera de Montero que “deje de meter sus sucias manos dentro de los cuerpos de seguridad”, ya que la policía sabe perfectamente que “todos son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna”.

    Desde la Asociación APROGC han pedido explicaciones al Ministerio de Montero: «Exigimos a los responsables de esta campaña de @IgualdadGob que nos digan, directamente, si mantienen que la @guardiacivil identifica a personas por “rasgos físicos y sin razón objetiva”. «Nosotros SI sabemos como denunciarles por estas difamaciones», exponían en su Twitter.

    Policías no, salvo que me protejan a mi

    No obstante, los policías no parecen molestar tanto a la ministra cuando solicita sus servicios en la puerta del polémico domicilio que comparte con el vicepresidente del Gobierno,  Pablo Iglesias. La asociación Alternativa Sindical de Policía (ASP) se ha mostrada indignada y ha asegurado que “Esta feo criminalizar así a la policía y luego llamarnos para identificar a quien pasea delante de su casa de Galapagar con la bandera de España”.

    Quise pasar caminando por la puerta de un chalet en Galapagar y la policía no me ha dejado porque dicen que los dueños les han dado instrucciones… Y soy inmigrante! Seguro que allí dentro viven fascistas” escribe un usuario de Twitter como respuesta a las imágenes de la campaña difundidas por el Ministerio.

    El pasado domingo, el diario ‘Público’ difundió el pasado fin de semana un vídeo al que tuvo acceso en el que aparecía un “reducido grupo” de personas increpando al tándem Montero-Iglesias en el chalet que comparten. «Los ultraderechistas, liderados por Miguel Frontera, tratan de intensificar su acoso al domicilio del vicepresidente segundo del Gobierno y la ministra de Igualdad, donde viven con con sus tres hijos pequeños, como represalia por sus victorias de estas semanas en el Gobierno de coalición», declararon fuentes de Podemos a ‘Público’.

    Más polémicas

    Pero aquí no acaba todo y es que, en este Gobierno polémico que tantos titulares y subidas de cejas está dejando, cabe todo. Hay que remontarse a febrero de 2020. Todavía en la antigua normalidad. Irene Montero defendió la necesidad de aprobar una Ley de Libertad Sexual que sigue pendiente de aprobarse ya que, al tratarse de una ley orgánica, para que se apruebe, el Gobierno necesitaría una mayoría absoluta de votos a favor. Entonces, la ministra, en su empeño de justificar la normativa del “solo sí es sí”, soltó un comentario que indignó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: “Cuando una mujer denuncia una agresión sexual en comisaría se le pregunta si iba vestida con una minifalda” y se le dice que “iba provocando y por eso un hombre ha pensado que tenía el derecho”.

    No contenta con eso añadió: «En nuestro sistema judicial falta mucha perspectiva de género. Se nos cuestiona si éramos muy busconas o si estábamos bailando de forma muy provocativa”.  “La legislación tiene que dejar de cuestionar a las mujeres para que no se sientan culpabilizadas cuando van a denunciar y dejar de legitimar que se puedan producir agresiones sexuales» concluyó.

    “Pedimos una rectificación de la ministra Irene Montero sobre esta afirmación, cuestionando a los compañeros que atienden a las mujeres víctimas de violencia sexual” advirtieron entonces desde APROGC. Para ellos, los agentes que se ocupan de este tipo de delitos “siguen escrupulosamente las instrucciones del Ministerio del Interior para la valoración e investigación de los hechos”.

    En noviembre de ese mismo año se repitieron los ataques cuando, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra Mujer, la Confederación General del Trabajo (CGT) difundió unos carteles en los que se dejaba entrever que la Policía nacional era “cómplice de violencia contra la mujer”. En la imagen aparece el dibujo de una mujer con una niña de la mano y el eslogan: “En ningún espacio de la vida”. Ambas están rodeadas de ilustraciones que representaban posibles ámbitos en los que una mujer podía ser maltratada. Pues bien, uno de ellos es un policía.

    Ante este otro desplante los sindicatos policiales exigieron al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía que defendieran la imagen institucional del Cuerpo, ya que “no es una parte del problema, es más, es una parte activa de la solución”. Además, quisieron dejar claro que “los policías son los garantes de la seguridad de todos los ciudadanos y luchan día a día para acabar con cualquier tipo de violencia, incluida la violencia contra la mujer”.