La reducción de la actividad quirúrgica estimada ha sido del 48 por ciento, llegando a una caída promedio del 61 por ciento en patologías de oftalmología y otorrinolaringología, según un informe que analiza el impacto del coronavirus en los hospitales españoles durante la primera ola presentado en la segunda edición de los Premios BSH – Best Spanish Hospitals Awards, organizados por la consultora Higia Benchmarking y la compañía ASHO.
Entre las principales conclusiones, se ha destacado que, en este periodo, la actividad hospitalaria se concentró sobre todo en pacientes con patologías médicas del aparato respiratorio, con un incremento del 55 por ciento en relación al 2019. Mientras, la ocupación global de camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI) ha aumentado un 40 por ciento respecto del 2019.
Entre los datos más relevantes, se ha analizado las defunciones hospitalarias: el 83,3 por ciento de los fallecimientos en hospitales estuvieron directamente relacionas con COVID-19, lo que supone más de 8 de cada 10 defunciones. Y el índice relativo de la ocupación de las UCI debido a la COVID-19 llegó del 78,6 por ciento: casi 8 de cada 10 ingresos en UCI.
Este informe ha analizado la información de 75 hospitales, todos ellos participantes de la red de Benchmarking Sanitario 3.0 (BS3), lo que ha permitido comparar los resultados acumulados entre marzo y junio de 2019 y 2020. Para ello se identificaron los ingresos hospitalarios relacionados con COVID-19 a partir de la Normativa oficial para la codificación con CIE10MC (Clasificación Internacional de Enfermedades 10ª edición Modificación clínica).
Durante la primera ola de la COVID-19 la actividad hospitalaria se concentró sobre todo en pacientes con patologías médicas del aparato respiratorio. En 2019, en los 75 hospitales analizados, se atendieron por patologías médicas respiratorias un total de 30.329 episodios, mientras que en 2020 se ha llegado a los 47.056 episodios, un 55 por ciento más.
En relación con la actividad quirúrgica en estos hospitales, los episodios pasaron de 205.127 en 2019, a 106.095 en 2020. La reducción de la actividad quirúrgica estimada es del 48 por ciento, caída que llegó al 61 por ciento en servicios como oftalmología y otorrinolaringología.
De acuerdo con este informe, la ocupación global de camas de las unidades de cuidados intensivos ha aumentado un 40 por ciento respecto del 2019. Y si se compara la tasa de mortalidad de los pacientes ingresados por procesos médicos que han pasado por la UCI, esta ha sido del 13,9 por ciento en el 2020, respecto del 8,4 por ciento en 2019.
Durante los 4 meses de la primera ola de la pandemia, en los 75 hospitales analizados, se identificaron 51.156 episodios de hospitalización de pacientes con COVID-19. El 40 por ciento de los días de estancias hospitalarias de pacientes no quirúrgicos se consumieron por pacientes COVID-19.
En cuanto a las defunciones, el 55 por ciento de las defunciones hospitalarias durante la primera ola de la pandemia, en pacientes no quirúrgicos, han estado directamente relacionadas con COVID-19.
Con un promedio de edad en los pacientes COVID-19 de 63,7 años, la tasa de mortalidad global hospitalaria ha sido del 12,3 por ciento, con amplia variabilidad por grupos de edad: la mortalidad a partir de 75 años ha sido del 25,2 por ciento, mientras que entre 45 y 74 años de edad la tasa de defunción fue del 6,9 por ciento.
Por tipologías clínicas, el 55,3 por ciento de los pacientes COVID-19 no quirúrgicos, se clasifican clínicamente como neumonías por Covid-19 sin enfermedad pulmonar obstructiva crónica de base. Entre el resto de las 11 tipologías clínicas identificadas, suman menos de la mitad de casos COVID-19.
Además, el 44,2 por ciento de todos los pacientes no quirúrgicos que pasaron por la UCI eran enfermos de COVID-19. El 83,3 por ciento de las defunciones hospitalarias estuvieron directamente relacionas con la COVID-19, lo que supone más de 8 de cada 10 defunciones. Y el índice relativo de la ocupación de las UCI debido a la COVID-19 llegó, en el pico de la primera ola de la pandemia, al 78,6 por ciento: casi 8 de cada 10 ingresados en UCI eran COVID-19.