El ‘Anglès Màgic’ del aeropuerto de Valencia: 9.000 euros en clases de inglés para el director

  • Se seguirá el método One to one, un sistema de clases particulares en las que el alumno y el profesor se comunican entre ellos.
  • La pandemia ha provocado una caída en el tráfico aéreo que ha supuesto un desplome de los ingresos de Aena.
  • El aeropuerto de Castellón ha batido récord de movimientos de aeronaves.
  • El director del aeropuerto de Valencia, Joaquín Rodríguez Guerrero, va a recibir unas clases de inglés por las que el Gobierno está dispuesto a pagar hasta 9.000 euros. Una inversión que desconcierta ya que, una persona que ostenta un alto cargo en un aeropuerto, debería saber inglés.

    Se seguirá el método One to one, una forma de aprender un idioma a través de un sistema de clases particulares en las que el alumno y el profesor se comunican entre ellos. El prestigioso Cambridge Institute ofrece un cursillo siguiendo esta metodología a 860 euros por trimestre, es decir, 3.440 euros al año.

    Guerrero ostenta el cargo desde 2018, convirtiéndose así en el director más joven de los aeropuertos de primera de la red de Aena. Su historial académico está a la altura de su puesto: ingeniero aeronáutico, después se fue a EEUU a realizar un máster. Nada más terminar la carrera, fue fichado por la empresa de ingeniería Ineco y al poco tiempo aprobó unas oposiciones para ingresar en la compañía aérea, tal y como adelantó el diario digital La Voz de Almería.

    Fue a partir de ese momento donde comenzó sus andadas en los aeropuertos españoles. Su primer destino fue Reus y después marchó a Melilla, donde fue nombrado director del aeródromo con apenas 30 años. Su gran salto llegó cinco años después, cuando pasó a dirigir el aeropuerto de Valencia.

    “Cuando él ingreso en el ente gestor de aeropuertos españoles, Aena era una empresa aún cien por cien estatal, dependiente del Ministerio de Fomento. Hoy es una empresa mixta, controlada por el Estado al 51% pero con un 49% de su accionariado cotizando en Bolsa. Joaquín está a los mandos del octavo aeropuerto del país, con más de siete millones de pasajeros (pre pandemia) y una plantilla de 190 empleados” escribían en La Voz de Almería”.

    Su caso no es el único pues, tal y como contó MONCLOA.COM, El director del aeropuerto de La Palma, Juan Carlos Peg Ros, también recibió unas clases por el módico precio de 9.000. Al igual que Guerrero, el método era el One to One.  Peg Ros también es una persona formada que cuenta con una amplia trayectoria profesional.  Ingeniero aeronáutico de profesión, empezó en Aena en el año 2002 y, antes de ocupar el cargo de director de Aeropuerto fue jefe de los departamentos de Operaciones y Servicios de Ingeniería y Mantenimiento dl Aeropuerto que ahora dirige. Según el portal de Aena el sueldo de director es de 11.994 euros al mes, es decir, un total de 143.928 euros al año.

    Aena, en crisis

    El sector aéreo está siendo muy golpeado por la crisis del coronavirus. Aena estima que ha perdido, entre enero y septiembre de 2020, un total de 107,6 millones de euros frente a los 1.114,2 millones que ganó en 2019. La pandemia ha provocado una caída en el tráfico aéreo que ha supuesto un desplome de los ingresos del gestor de los aeropuertos españoles del 49,5% lo que se traduce en 1.733,4 millones de euros.

    Aena emitió un comunicado el pasado mes de octubre en el que reconocía que la segunda ola del virus iba a provocar un panorama incierto en la compañía cuya consecuencia es un alejamiento de la recuperación del sector: una pérdida en los nueve primeros meses del año de 107,6 millones de euros con caídas del 99% del tráfico aéreo desde marzo. “A corto plazo no se observan signos de recuperación en el tráfico debido a la segunda oleada de contagios que se está propagando en Europa y las diferentes medidas restrictivas aplicadas por los diferentes países europeos en respuesta a la misma” reza el comunicado. “En las actuales circunstancias no es posible anticipar en que momento se iniciará la recuperación”.

    En 2021, Aena espera obtener unos beneficios de 68,2 millones de euros frente a unas pérdidas de 581,20 millones de euros en 2020, según el proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno de Sánchez.  Para ese año se calcula una cifra de negocio neta de 2.649 millones en contraposición a los 1.640 millones previstos para el cierre de 2020, es decir, un aumento del 61,5%. Respecto a los gastos de personal, sumarán en 2021 un total de 470,2 millones, un 2% sobre los previstos en este 2020.

    Según un artículo publicado en Consenso del Mercado, la recuperación del tráfico aeroportuario llevará todavía un tiempo ya que, “a corto plazo, se verá afectada por los rebrotes del virus y las nuevas restricciones al tránsito internacional, y a medio plazo, por el turismo, que no recuperará la normalidad hasta que la vacuna o medicamento demuestre su eficacia y seguridad”.

    A pesar de que está previsto que el tráfico aeroportuario se recupere en 2021 no está previsto, en ningún caso, que vuelva a las cifras anteriores a la pandemia. El turismo internacional no recuperará la normalidad “hasta que la vacuna o medicamento para la Covid-19 no sea segura”.  De esta forma, “no será hasta 2022 cuando se alcance la “nueva normalidad”. 

    El resurgir del aeropuerto de Castellón

    El aeropuerto de Castellón no parece verse afectado, a diferencia de la mayoría, por la crisis provocada por el coronaviruseste año ha batido récord de movimientos de aeronaves. El pasado 31 de octubre se contabilizaron un total de 6.559 operaciones frente a las 6.515 que se contabilizaron en todo 2019. Unas cifras que llaman la atención debido a los meses de inactividad, la suspensión de vuelos regulares por falta de pasajeros y las rutas que dejaron de operar en verano.

    Desde su inauguración en 2011, del aeropuerto de Castellón solo llegan noticias polémicas. La idea de construir una infraestructura de esas características en una localidad situada apenas a 74km de Valencia –y de su aeropuerto– fue, del por aquel entonces, presidente de la Diputación Provincial, Carlos Fabra. El aeropuerto había costado casi 200 millones de euros y para el día de su apertura no había ninguna compañía aérea operando, ni intención de tenerla. Sin embargo, el presidente exclamó triunfante su “Hay quien dice que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones; pero este es un aeropuerto para las personas”. A Fabra le aplaudía otro grande del PP: el presidente valenciano Francisco Camps. En plena crisis del boom inmobiliario los peores presagios se cumplieron y el balance del aeropuerto de Castellón fue, como no podía ser de otra manera, nefasto. ¿A qué se debe entonces este resurgir?

    Después del cambio de gobierno, en 2015, la realidad del aeropuerto es otra. Con la victoria del socialista Ximo Puig se propuso reactivar la instalación tanto para reactivar el turismo como para base de estacionamiento de aeronaves, desmantelamiento de aviones o,  incluso, para abrir una escuela de aviación. La nueva directora de la sociedad Aeropuerto de Castellón, Blanca Martín, ha asegurado que la base ha tenido una “evolución positiva”: “Partiendo de cero, hemos logrado un desarrollo sostenido en el tráfico de pasajeros a través de la captación de diversas conexiones regulares”. Respecto a la crisis provocada por el coronavirus Martín ha señalado que  “el aeropuerto ha sabido adaptarse para dar respuesta a las necesidades del mercado y aprovechar las oportunidades que han surgido”, refiriéndose a la parte industrial del aeropuerto.

    Las infraestructuras, la clave

    Es por esto que se ha puesto en  marcha una nueva inversión con el inicio de las obras de construcción de un centro de mantenimiento de aviones por parte de la empresa Brok-air Aviation Group, que prevé completar la actuación a finales de año. El conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad ha explicado que este proyecto “supone un paso más en la estrategia de diversificación y desarrollo integral del aeropuerto de Castellón, ya que permitirá reforzar la cartera de servicios de la infraestructura”. El conseller ha incidido en “la capacidad que está mostrando el aeropuerto, en colaboración con la iniciativa privada, para generar inversión, actividad y empleo en el actual contexto de crisis por la pandemia, adaptándose a las condiciones que plantea el mercado”.

    En este sentido, ha apuntado que el nuevo centro mantenimiento de aviones “dará respuesta a las necesidades de las aerolíneas, afectadas por el parón que sufre el sector de la aviación”. El hangar -que está previsto que esté operativo a finales de diciembre- abarcará una superficie de 2.500 metros cuadrados y acogerá tareas de mantenimiento de aviones de pasillo único de las familias A-320 y B-737. En concreto, podrá realizarse mantenimiento en línea, mantenimiento en base, modificaciones y reparaciones estructurales, pesaje de aeronaves, cambio de trenes de aterrizaje y prueba de los mismos, cambio de configuración de la cabina de pasajeros, preservación de aeronaves, cambio de motores, inspecciones boroscópicas, y aplicación de directivas de aeronavegabilidad.

    El director general de Brok-Air Aviation Group, Santiago Rosas, ha explicado que la construcción de este hangar “supone un paso de gigante” para el desarrollo de la empresa, que está especializada en servicios aeronáuticos, como son el mantenimiento, ingeniería, handling y formación. Según ha señalado, serán la primera empresa de España dedicada al mantenimiento a terceros que construye una instalación con estas prestaciones.

    El responsable de la compañía ha manifestado que el hangar “constituye una solución dinámica, rápida y ajustada a las necesidades que hoy tienen las compañías aéreas” y ha valorado “la capacidad del aeropuerto de Castellón para ajustarse al actual escenario”. A este proyecto se suma el de la empresa e-Cube Solutions, que está acondicionando una nueva zona de estacionamiento y mantenimiento de aviones. Esta actuación abarca una superficie de 21.550 metros cuadrados y permitirá habilitar espacio para acoger entre 15 y 20 aeronaves. Además, próximamente arrancarán las obras de construcción de la nueva plataforma industrial del aeropuerto, una actuación que supone una inversión por parte de Aerocas de 1,6 millones de euros y que permitirá generar un área de casi 28.000 metros cuadrados para el desarrollo de las actividades de estacionamiento y mantenimiento de aviones.